La Consellería de Medio Ambiente ha dado el visto bueno a la construcción de una planta para el reciclaje de conchas marinas en O Pousadoiro, una vez que la empresa proyecta una serie de medidas preventivas y correctoras que garantizarían la inexistencia de malos olores de las conchas acumuladas en el exterior, con su cobertura con lonas, o vertidos sobre el medio, entre otras cuestiones.
El promotor es Reciclaje e Innovaciones Marinas y construirá las instalaciones porque su planta de A Illa se le ha quedado pequeña. Inició el proceso en 2015, presentando el proyecto ante Medio Ambiente para su evaluación ambiental simplificada, que ha sido informada favorablemente porque “non son previsibles efectos significativos sobre o medio ambiente e, polo tanto, non se considera necesario” someterlo a una ordinaria, más exhaustiva.
En el periodo de consultas, diferentes administraciones y organismos emitieron observaciones sobre aspectos que fueron respondidos o corregidos por el promotor durante el proceso, recibiendo posteriormente su visto bueno. El Ayuntamiento apuntó la necesidad de tomar medidas para evitar la producción de malos olores que se pudieran producir por el almacenamiento y degradación de las conchas marinas, que se irán apilando en los exteriores de las instalaciones para luego procesarlas.
A este respecto la firma indica que la materia prima procede de cocederos de moluscos y de ahí “saen limpos de restos orgánicos polo que a degradación biolóxica que produce os malos cheiros é inexistente neste caso”. No obstante, añade que estos almacenamientos se cubrirán con lonas impermeables “o que redunda nunha maior garantía de evitar molestias”.
canalización de aguas
Otra observación destacable de esta administración y de Augas era el tratamiento del agua de lluvia que entrase en contacto con estos restos, respecto a sus posibles efectos en el suelo y filtraciones. Sin embargo, el promotor detalló que este material “é prácticamente inerte á degradación”, que los agentes externos “lle afectan moi pouco” y se comprometió a adoptar una serie de medidas que Augas da por buenas. Así, el recinto tendrá canalizaciones de tratamientos del agua de posibles escorrentías –que se dirigirían a un sistema de pozos de decantación– y de residuales y pluviales, que serán independientes entre sí. También garantiza la impermeabilidad de las tres áreas de almacenamiento y deberá minimizar en lo posible el tiempo de estancia de los restos de conchas.
La firma también señala que evitará polvo en suspensión durante el proceso de molido, haciéndolo en un espacio cerrado y sujeto a presión negativa.
El informe también indica que debe plantar especies autóctonas para crear una barrera visual y evitar un impacto de las instalaciones sobre el paisaje.
Con este visto bueno, la firma podrá ahora iniciar el proceso para su construcción y puesta en funcionamiento.