La Policía Nacional ribeirense salió muy satisfecha del desarrollo de la operación antidroga denominada “Rayo”, que se saldó con la detención de nueve personas a las que acusa de los delitos contra la salud pública, en la modalidad de tráfico de drogas, y otro de pertenencia a banda organizada. Pese a que en los registros practicados se incautaron 1.177 gramos de cocaína, 953 gramos de hachís, 103 gramos de heroína, 60 gramos de marihuana, 6.070 euros, 5 teléfonos móviles, 5 balanzas de precisión y útiles para manipular la cocaína, así como un mortero, paletas y amoníaco con los que manipular y “cocinar” la cocaína, el resultado de dicha operación pudo haber sido incluso mucho mayor en cuanto a los estupefacientes y dinero intervenidos, pues se encontraron con algunos inconvenientes que hicieron que fuera mucho mayor.
Pese al secretismo que mantienen los investigadores de la comisaría de la capital barbanzana, teniendo en cuenta que la operación sigue abierta y que no se descartan nuevas detenciones, se ha podido saber que la Policía Nacional solicitó la realización de otras dos entradas y registros en dos inmuebles del casco urbano. Uno de ellos era más céntrico y el otro se ubica en los alrededores, y tenía sospechas fundadas de que en ambos había una importante cantidad de droga y de dinero en efectivo. Sin embargo, la jueza de guardia no los autorizó tras oponerse la fiscal a la práctica de esas diligencias pues, al parecer, consideró que no tenían relación directa con los investigados, pese a que diversas fuentes apuntaron en la dirección contraria. De igual modo, estas últimas señalaron que por mucho que se busque ahora, ya no queda ni rastro de esa mercancía, ni tampoco del dinero, pues ya acudieron personas de confianza del principal investigado, E.R., de 30 años -carece de antecedentes y fue enviado a prisión, que podrá eludir bajo el pago de 25.000 euros de fianza- y se encargaron de hacer desaparecer toda la droga y el dinero.
El último de los arrestados, un hombre de mediana edad y que es primo de M.C.A. de 43 años, que el sábado ingresó en prisión provisional comunicada y sin fianza, se registró en la mañana del lunes. A última hora de la mañana de ayer pasó a disposición de la jueza de guardia, que decretó su puesta en libertad con cargos. Se da la circunstancia de que la Policía Nacional tenía pendiente de arrestarlo como uno más de los integrantes de esta supuesta banda de tráfico de sustancias estupefacientes. Al igual que desde el jueves lo estaban buscando agentes de la comisaría de Ribeira, en la noche del sábado hubo algunos amigos del principal investigado en la operación "Rayo" que también estuvieron preguntando por él, enseñando incluso una fotografía suya.