La Xunta de Galicia considera "imprescindible y urgente" que el Gobierno del Estado ejerza "un trabajo de vigilancia estricto" y adopte las "medidas oportunas" para evitar nuevos descensos en las reservas de los embalses hidroeléctricos de la cuenca del Miño-Sil.
En el caso concreto de Belesar, Salas, As Portas y Cenza, la ocupación actualmente no llega ni al 30% por lo que el Gobierno autonómico, en el marco de sus competencias ambientales, extremará también la vigilancia y continuará con las inspecciones periódicas para detectar o prever con rapidez posibles daños sobre la biodiversidad.
Así lo indicó esta mañana la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, que visitó la parte del embalse lucense de Belesar donde resulta más visible el descenso de las reservas de agua provocado en los últimos días por el vaciado continuado de esta presa.
Acompañada por la directora xeral de Patrimonio Natural, Belén do Campo, y el alcalde de Portomarín, Juan Serrano, la conselleira recordó que la demarcación hidrográfica Miño-Sil es de titularidad estatal, por lo que el establecimiento de los caudales mínimos y el control de su cumplimiento por parte de las hidroeléctricas que gestionan estos aprovechamientos le compete "en exclusiva" al Gobierno central.
"Alguien tiene que explicar por qué se autorizan estos vaciamientos, cuáles son los motivos, cuál es el objetivo y quién se está lucrando de todo eso. Desde luego, no es la ciudadanía", declaró.
En este sentido, Ángeles Vázquez aseguró que en los embalses hidroeléctricos del Miño-Sil la ocupación está ya en el 45%, un porcentaje que la sitúa como la séptima cuenca española con menos reservas, por detrás incluso de la del Júcar, unos datos que contrastan con la situación actual de la demarcación autonómica de Galicia-Costa.
"Lo que está sucediendo aquí no está ocurriendo en los embalses que están bajo el control de la Xunta", dijo Ángeles Vázquez, quien descartó también que el estado actual de los embalses hidroeléctricos del Miño y del Sil se pueda achacar a un problema de déficit hidrológico ya que "llovió lo mismo el año pasado que este año".
Ante esta situación, la conselleira indicó que, a día de hoy, la principal preocupación de su departamento son los "posibles daños para las poblaciones piscícolas" y la "biodiversidad que depende de estas masas de agua".
Por eso, insistió en que las inspecciones realizadas por parte de los agentes ambientales en los últimos días en los entornos de los embalses de Belesar, Salas, Cenza y As Portas se volverán a repetir de forma periódica las veces que sean necesarias para poder vigilar de cerca la evolución de la situación y prever o detectar posibles afecciones.
Tras insistir en la importancia de que el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, José Antonio Quiroga, dé "explicaciones" sobre las salidas de agua masiva en estos embalses y las medidas que van a adoptar de cara al futuro, la conselleira advirtió de que habrá que estar muy pendientes del tiempo, ya que las previsiones de Meteogalicia apuntan a un final de agosto seco y un período entre septiembre y octubre dentro de la normalidad, lo que podría complicar la situación, ya que "históricamente la lluvia del otoño tiene un influencia crítica sobre los embalses".
"Vamos a depender del tiempo durante los meses de septiembre y octubre para poder garantizar tanto el suministro como la preservación de los valores naturales y piscícolas", reconoció la conselleira, quien insistió en que "algo no se hizo bien" para llegar a la situación en la que actualmente se encuentran algunos embalses de la cuenca del Miño-Sil.