En los últimos meses hay pocas ocasiones en las que el contrato de la limpieza y recogida de basura no sea motivo de debate o enfrentamiento en las sesiones plenarias de Ravella. Y es que la oposición acostumbra a utilizar cualquier moción para recordarle al gobierno de Alberto Varela que es una de sus asignaturas pendientes y que desde el año 2018 ese contrato está prorrogado. Ocurrió en el último Pleno en el que la conservadora Ana Granja le puso sobre la mesa las fechas recriminando que “no se haya avanzado nada”. Por su parte Juan Fajardo insistió en que “este goberno está claro que ten un problema coas licitacións e este é outro claro exemplo”. Fue más allá el portavoz de Vilagarcía en Común al recordarle al gobierno que no hay ninguna fila de contenedores subterráneos que funcionen en la localidad y que, además de ser peligrosos e inútiles, “supoñen un foco de insalubridade porque moita xente continúa deixando no seu entorno o lixo”.
A los ataques dialécticos de la oposición no solo contestó la portavoz del gobierno, Tania GArcía, sino que fue el propio alcalde el que tomó la palabra. Lo hizo para señalar que fue en el mes de abril cuando se les envió a todos los grupos presentes en la Corporación un borrador del pliego de la basura “para que vostedes o lesen e fixesen as aportacións que considerasen oportunas e non nos chegou absolutamente nada pese a que xa pasaron varios meses”. Una recriminación ante la que la oposición mantuvo el silencio.
Lo cierto es que, al menos de momento, no se sabe con exactitud cuándo se llevará a Pleno el que es con diferencia el contrato más costoso para las arcas municipales. Algo necesario, entiende la oposición, teniendo en cuenta que la maquinaria está desfasada y que el plan de limpieza no responde a la Vilagarcía actual, mucho más peatonal.