El Concello de Rianxo ha dictado una orden mediante la cual se obliga a los propietarios de dos viviendas de O Rabado (en la parroquia de Araño) a apuntalar su estructura después de que hace unos meses se derrumbasen parcialmente sobre un vial de uso público. La administración local que preside Adolfo Muíños emite esta resolución con varios informes técnicos sobre la mesa que declaran que a día de hoy las dos propiedades no cumplen los requisitos mínimos exigidos en cuanto a seguridad. Además en la resolución insta a los dueños a retirar las piedras que están en mitad del camino y que provocaron que cerca de 40 vecinos de O Rabado, Lemos, Ermida y Ferreira firmasen un escrito exigiendo una solución al Concello.
En el informe municipal se insta a los dueños a ejecutar unos trabajos que los técnicos del Concello presupuestan en unos 25.550 euros. Esta cantidad incluye un apuntalamiento provisional de las dos viviendas, la retirada de las piedras y un apuntalamiento definitivo para que las casas no sigan dando problemas a corto plazo. El arquitecto municipal entiende que las obras pueden estar ejecutadas en una semana. De no cumplir con lo mandado el Concello advierte que será la administración local la que llevará a cabo los trabajos de forma subsidiaria. Eso sí, los propietarios se enfrentarán así a multas de hasta 10.000 euros por incumplimiento, que pueden ser reiteradas cada tres meses.
En todo caso los dueños de las viviendas afectadas tienen un plazo de diez días para presentar alegaciones a la resolución.
Lo cierto es que el estado de estas dos viviendas provocó una molestia importante entre los vecinos de O Rabado que utilizaban el vial colindante para sus desplazamientos hacia el lugar de Ermida. De hecho, tras el derrumbamiento, los afectados apuntaban a que el vial alternativo no estaba en condiciones idóneas, que tenía agujeros y que no contaba con el ancho suficiente para el paso, por ejemplo, de remolques con embarcaciones. Según lo relatado en su día por los vecinos afectados algunos no podían ir a trabajar al mar ante la imposibilidad de pasar por el vial. En su día responsables de una de las propiedades apuntaba como posible causa del derrumbamiento a unas obras de canalización de agua potable realizadas justo en el lugar. Algo que el Concello no contempla como posibilidad en el informe de ejecución que acaba de emitir y que obliga a los dueños a asegurar la estructura de las casas.