“Quere lotería para axudarnos coa excursión do instituto?” A quienes respondieron que no este año a la pregunta de los chavales de 4º de ESO en A Illa les ha salido caro. La recaudación de fondos para los tradicionales viajes de fin de curso es un clásico más de Navidad y ayer, este de Arousa valió en rifas con la Lotería del 22 de diciembre el reparto nada menos que de 15,7 millones de euros.
La que fue la mayor suma repartida en Galicia en este Sorteo de Navidad fue obrada gracias a estos jóvenes, que vendieron prácticamente todos su talonarios de participaciones. Fueron 78 tacos, lo que supone unas 4.000 papeletas vendidas, a 5 euros cada una: Cuatro euros para jugar en el bombo de ayer y uno de donativo para su excursión. Cada rifa resultó agraciada este miércoles con 4.000 euros, ya que el número que decidió jugar la ANPA fue el 91179. Este resultó ser uno de los dos cuartos premios del sorteo extraordinario, que entregó 20.000 euros al décimo. Gracias a esta labor de los estudiantes, la administración de lotería San Xulián dio salida a unas 79 series de este número. Una millonada.
Por partida doble
Pero la carambola afortunada no se quedaba ahí. Porque el otro cuarto premio, el 42833, también se vendió en la misma administración de lotería. Fueron un puñado de décimos, prácticamente una serie completa, que suma unos 200.000 euros a todo lo que repartió este año el local: Cerca de 16 millones de euros. Casi todo para sus vecinos.
Múltiples agraciados
Rara era la familia insular en la que no había al menos una participación. “Repartidísimo. Imaxina, corenta meniños a vender lotería por toda A Illa... Vendérona case toda”, explicaba Merchi Pérez, que llegaba gritando a mediodía a la administración, un hervidero en fiesta. Ella es una de las muchas madres de alumnos que vendió rifas y, como la mayoría, también dejó alguna para casa. “Menos das que querería”, bromeaba. Solo lamentó que “quedoume algún familiar fóra”, pero “repartín bastante coa familia e coas amizades”. Su pandilla de amigas saltaba literalmente de júbilo a pocos metros y no paraban de señalarla. Ella y su hija, que cursa 4º de ESO, eran dos de las heroínas de ayer.
Begoña Santiago es otra de las madres que repartieron suerte. “A onde irán de excursión os rapaces aínda non o temos pechado. Iamos algo retrasados polo covid”. Rondaba la idea de Cataluña. Ahora, el presupuesto puede que dé para más. “De crucero”, votaba Adrián López, uno de los estudiantes que vendió las rifas.
Por su parte, Manuel Núñez, el lotero, era una de las personas más ocupadas ayer. No paraba un minuto, en medio de la legión de medios y agraciados. Mojado de champán y enfundado en la camiseta reivindicativa de la huelga de loteros, sacaba tiempo para lo que reclama su gremio: “Recibimos as mesmas comisións de hai 17 anos.Queremos que se nos actualicen, que a administración nos teña en consideración”. Al margen de este paréntesis serio, derrochaba felicidad, tras haber repartido la mayor cuantía en su administración, a pesar de haber dado algún otro cuarto y quinto premio en años anteriores. Esta vez fueron dos cuartos. “É fantástico, estamos superfelices, encantados da vida”. “É rara a casa aquí na que non haxa unha participación”.