Nos late la cabeza, tosemos como un perro asmático, respiramos a duras penas por la boca y nos duele cada centímetro del cuerpo. Así que cuando suplicamos por “algo para la gripe” estamos dispuestos a probar lo que sea. Pero los expertos dicen que los antigripales no son tan eficaces como pensamos. Que alguien se apiade de nosotros y nos dé una solución real, por favor.