La campaña del libre marisqueo está a la vuelta de la esquina y parece que será la última que asuma el sector. Los patrones mayores han decidido que no están dispuestos a continuar con la gestión por infinidad de razones y la de más peso es que el recurso escasea. Remarcan que es precisa una fuerte inversión para regenerar los bancos marisqueros para que puedan ser productivos en un futuro próximo y eso es competencia de la Consellería do Mar, que tiene ante sí una patata caliente a la que mucho tiene que soplar si no quiere quemarse las manos. Este año ya hubo un paro por la falta de marisco y las perspectivas, según indican y a falta de que se comience a trabajar sobre el terreno, no son muy optimistas, por lo que todo apunta a lo mismo y de ahí al descontento generalizado hay menos de un paso.