Tener a una hija enferma ya es duro y si aún por encima los padres están obligados a permanecer en la puerta del colegio ante el temor de que le pueda pasar algo, el sufrimiento es todavía mayor. Después de varios días, por fin la Consellería de Educación cumplió con la palabra dada y el colegio de Ribadumia ya ha podido cubrir la baja de la enfermera para tranquilidad de todos.