Conseguir unos materiales para las bateas que sean sostenibles y que no supongan un peligro para el medio ambiente es uno de los retos a los que el sector se enfrenta de cara al futuro. Por eso que unos arousanos hayan apostado por crear unos tarugos sostenibles que puedan sustituir a los de plástico que se encuentran tanto en las playas no puede ser más que aplaudido.