Los vídeos que se colgaron en redes sociales de las carreras ilegales de vehículos, en plena noche, en el polígono industrial de Baión fueron una pieza clave para poder identificar a los participantes. El fenómeno no es nuevo, con una larga lista de proezas al volante por toda España que los infractores insisten en publicar en sus redes. Como si en estas no estuvieran también las policías, como la de Vilanova.