El Centro Galego de Vela de Vilagarcía acogió la presentación del nuevo proyecto deportivo de la viguesa Patricia Suárez y su nueva compañera, la balear Melania Henke, que a bordo de su 49er FX buscarán cumplir el sueño olímpico en Los Ángeles 2028. A las órdenes del técnico vilagarciano Antón Paz, que en los últimos Juegos de París se colgó el bronce dirigiendo a los neozelandeses Micah Wilkinson y Erica Dawson, que se subieron al podio de la clase Nacra 17.

Las deportistas y el técnico estuvieron respaldados por el presidente de la Federación Gallega, Manuel Villaverde; por el Secretario Xeral para o Deporte, José Ramón Lete; y por el jefe del departamento Comercial y de Marketing del Puerto, Alfonso González.

En unas instalaciones “que respiran deporte y vela”, la viguesa inicia un nuevo ciclo olímpico después de quedarse a las puertas de París, ya que finalmente la Federación Española designó a la pontevedresa Támara Echegoyen y Paula Barceló. En este sentido, Lete Lasa dijo que “Patricia tuvo la mala suerte de coincidir con Tamara, pero también la buena suerte de coincidir con ella, porque la ha hecho mejor”. La retirada de la pontevedresa abre un nuevo escenario en la clase para la vela gallega olímpica y la Xunta vuelve a volcarse con este proyecto. “Tenemos absoluta confianza de que vais a hacer un papel extraordinario, además estáis con Antón, que abrió el medallero de la vela olímpica para Galicia. Esto es una apuesta de éxito”, reiteró el Secretario Xeral para o Deporte. 

La viguesa agradeció el respaldo de Federación, Xunta y Autoridad Portuaria. “Para mí empezar en Viagarcía es un lujo”, en alusión al Centro Galego de Vela. “Sin esta base non sería viable el inicio del proyecto”, acordándose también del papel que desempeña Bruno Gago. “Las condiciones que se respiran aquí y las vibraciones son especiales. De aquí sales con algo más de lo que pides”. Patricia Suárez habló de su nueva compañera, Melania Henke. “Es una chica súper joven que viene pisando fuerte. Es una esponja, ha aprendido lo impensable en quince días y creo que tenemos un equipo muy bueno. de la mano de Antón”.

 La viguesa explicó que el primer objetivo será estar el Mundial de octubre de 2025 en Italia. “Allí esperamos conseguir un resultado entre el top 15 o top 20 para asegurar nuestro ingreso en el equipo olímpico de la Federación Española”.

Antón Paz, un entrenador de prestigio

Antón Paz, que inició su experiencia olímpica como entrenador en los Juegos de Río en 2016 con los griegos Sofia Bekatorou y Michalis Pateniotis, retoma su colaboración con la viguesa. Ya ayudó a Patricia en sus inicios en el anterior ciclo olímpico de cara a París durante un par de meses. Después Antón recibió la oferta de Nueva Zelanda “difícilmente rechazable”, pero siguió desde la distancia la evolución de Suárez. “Hicieron una buena progresión”, por eso ahora se embarca con ella otra vez en los inicios, con la ilusión de “alinearse con España” pero también pendiente de las ofertas que puedan llegarle ya que es un entrenador muy reputado a nivel mundial. “Tanto la Federación como yo estamos haciendo un esfuerzo por volver y trabajar con mi país. Ojalá que se pueda dar”.

Antón Paz participó en el proceso de elección de la compañera de Patricia Suárez, valorando el perfil psicológico, el aspecto físico y su sexto sentido para navegar. Tras dos semanas de trabajo en Vilagarcía, viajará la próxima semana con ellas a Vilamoura (Portugal), donde se concentran los equipos internacionales en invierno para entrenar en condiciones más complejas.

Paz sigue formándose y mejorando. “En este último ciclo he aprendido mucho trabajando con psicólogos deportivos y con expertos en Copa América. Cada vez hay más trabajo de I+D con nuevas tecnologías, se invierte más en comunicación, psicología y preparación física y todo eso va sumando para que todo sea profesional y los regatistas tengan las herramientas para dar el máximo nivel”. El vilagarciano trata ahora de importar todo este conocimiento adquirido que le convierten en un técnico de prestigio, tanto por como se maneja en el proceso de preparación como por su habilidad y destreza en competición. Algo que quedó patente en los últimos Juegos Olímpicos.