El Arosa se encontrará mañana sábado (18 horas) en Arteixo a un equipo local que poco tiene que ver con el de la temporada anterior. De nuevo con Juan Riveiro en el banquillo, el técnico que lo ascendió y lo consolidó en la categoría nacional al igual que hiciera con el Paiosaco, los coruñeses han perdido potencial respecto a la plantilla que finalizó sexta hace unos meses, quedándose a sólo tres puntos de los puestos de play-off.
El presupuesto se les fue de las manos el año pasado, por lo que los problemas económicos provocaron un tijeretazo de un 35% respecto a la temporada anterior. El cambio de superficie del campo de natural a artificial tampoco ayudó para que algunos jugadores renovasen. Se marcharon al Betanzos Ramón, Antonio y Sito. Cañi fichó en el Vilalbés y el buen curso realizado abrió las puertas al lateral Manu Rivas en el Compostela y al propio Óscar Varela en el Arosa. Además, Edu, pieza clave, colgó las botas.
En cuanto a fichajes, Jota (Barbadás) fue la gran apuesta este verano, junto al delantero David Rojo (UD Ourense) y el defensa Jorge Tomé (Bergantiños), que llegó al final de la pretemporada tras quedarse sin sitio en la plantilla de Segunda RFEF. El joven Achore (Montañeros), Moure (Paiosaco) O Zoubir El Massaoudi (Betanzos) fueron otras incorporaciones.
El comienzo de liga está siendo duro para el Atlético Arteixo, que perdió sus primeros cuatro partidos ante Viveiro, Noia, Vilalbés y Polvorín. En las últimas tres jornadas ha mejorado, puesto que ganó al Betanzos 3-1, empató en O Couto sin goles ante la UD Ourense y viene de perder 3-2 en Barbadás en un partido que ganaban 0-2 muy pronto y en el que tuvo muchas ocasiones.
“Nuestro problema es que necesitamos mucho para hacer gol y cometemos errores groseros que en esta categoría se castigan”, explica Riveiro. “Este año el objetivo único y exclusivo es mantenerse. Salvo el partido ante el Vilalbés, el equipo hasta ahora ha competido siempre”.
El Arteixo es un equipo que no ha cambiado su atractiva propuesta, con laterales con mucho vuelo e intentando llevar el peso del partido si el rival lo permite. “Tratamos de que al menos los jugadores se diviertan un mínimo, además tenemos que apostar por eso para llegar porque a nivel individual no tenemos jugadores que cambien los ritmos de los partidos”. Justo lo contrario del Arosa. “Asume pocos riesgos porque a nivel individual responde, tiene jugadores como Iñaki, Martin Diz, Rivera o Romay que son capaces de hacer cosas. No necesitan desequilibrarse defensivamente”.
Riveiro espera al Arosa “de fuera de casa”, en la misma versión de Vilalba o Betanzos, “con precauciones a nivel defensivo y tremendamente práctico”, ya que entiende que en A Lomba “juega de otra manera”. Para el entrenador local, “la clave para nosotros es ponernos por delante porque si es el Arosa el que marca primero, creo que nos va a costar mucho atacar a un equipo que siempre está equilibrado”, además habla de “tener personalidad como O Couto o Barbadás”.
Los locales no pueden contar con el centrocampista Fabio, que sigue lesionado, y de Íker Castro, mientras que el portero Jose Hevia es duda porque arrastra problemas en un aductor.
El partido aún no se jugará en Ponte dos Brozos, que ya está dotado de hierba sintética pero aún faltan los últimos detalles (marcadores, redes...). Se jugará en el campo de entrenamiento del Arteixo, también de hierba artificial “de hace cinco años”, que según Riveiro “no está mal pero tampoco está bien”, destacando sus amplias dimensiones.
En el Arosa Míchel Alonso va recuperando poco a poco piezas, ya que Mario y Romay pudieron ejercitarse con el grupo. El equipo arlequinado es el mejor del último mes de liga, con 10 puntos sumados de 12 posibles. Se espera que se desplacen de nuevo aficionados visitantes para apoyar al Arosa, que podría volver a estar en mayoría en la grada. Algo que ya asume el técnico local Juan Riveiro. La Escuadra Arlequinada está enganchada al equipo y está organizando un viaje en autobús para el siguiente desplazamiento a Barbadás.