Borja Míguez pasa por quirófano para operarse una hernia inguinal bilateral por la que viene arrastrando molestias durante los últimos meses. El delantero lleva cuatro meses con dolor, pero lo que le diagnosticaban hasta el momento era una pre-hernia, ya que no le había salido el bulto. “Necesitaba tomarme dos enantyum para poder entrenar y jugar, y aúnasí disputaba los partidos con mucho dolor”, señala. La intervención se llevará a cabo esta misma tarde en el Hospital Quirón Miguel Domínguez, en Pontevedra.
Por desgracia, su vuelta a los terrenos de juego tras esta intervención todavía no se conoce, ya que dependerá de la evolución de su rehabilitación, así cómo del propio transcurso de la cirugía. “Me van a abrir por los dos lados, ya que el izquierdo también está afectado. La fecha de vuelta todavía no la sé, depende de muchos factores”, destaca el delantero. Habitualmente, en estos procesos el tiempo de baja se estima en dos meses, pero la recuperación y evolución de Míguez puede provocar que vuelva a vestir antes la camiseta del Arosa. “Es duro parar a esta altura de la temporada, pero es un bache y hay que tomarlo como mejor se pueda”, lamenta.
Antes de entrar a quirófano, el delantero ya ha planteado su recuperación física. “Ya miré a una persona, un readaptador físico que me ayudará a hacer una rehabilitación completa. Además, también tendré la ayuda de Fandiño, el fisio del club”, comenta Míguez.
“No estoy nervioso porque, al final, es algo que no depende de mi. Solo estoy deseando que termine ya, pero es la solución más eficaz”, indica. Una operación que pondrá fin a cuatro meses de calvario a la hora de pisar el césped, y que llega en un momento clave de la temporada para la zaga arosana. “El equipo está en una muy buena dinámica. Si jugamos el playoff, ojalá poder llegar, pero al final será la rehabilitación la que determine si puedo llegar a final de temporada”, destaca Míguez. Con la baja de Borja, Sylla deberá tomar los mandos de la delantera junto con Gegunde, Rubo o Diz.