El Concello de Vilagarcía recoge el guante lanzado por la Asociación EncestaRías para tratar de que el torneo de baloncesto de élite regrese el próximo año a la capital arousana, si bien el concejal de Deportes, Carlos Coira, en la misma línea que el alcalde Alberto Varela, se muestra reticente en principio a usar un escenario diferente al de Fontecarmoa. “Tenemos que sentarnos con ellos y ver todas las opciones”, dice un Coira siempre dialogante y comprensivo. A la vez que recuerda que “se preparó un pabellón de última generación tanto para eventos como para uso de los clubes. Tenemos un buen pabellón, mientras que Fexdega no es un pabellón de Deportes, es una feria de exposiciones”.
El escaso aforo de Fontecarmoa, que podría ampliarse “hasta las 1.200 personas” limita ahora mismo la jerarquía alcanzada por el campeonato, que reunió a tres mil personas en Pontevedra el pasado miércoles con la celebración del “Dream Game” entre el Real Madrid y el Mónaco, dos equipos que se marcharon encantados y trasmitieron su voluntad de repetir el próximo año si la agenda se lo permite. Coira es consciente de que el remodelado pabellón se queda pequeño. “Eso sería un problema, pero tenemos que verlo porque se acaba de hacer una inversión de dos millones de euros en Fontecarmoa”, insiste. “Tenemos que reunirnos y hablarlo porque Fexdega no es un pabellón de Deportes”, reitera.
El Concello no parece por tanto dispuesto a cambiar el emplazamiento del EncestaRías, aunque Fexdega ya demostró este mismo año ser un escenario idóneo para acoger eventos deportivos como el Campeonato de España de Kenpo o el Campeonato de España de Tenis de Mesa de Veteranos. Sin olvidar que varias ediciones del Vilagarcía Basket Cup se trasladaron a Fexdega cuando el aforo de Fontercamoa también fue insuficiente.
Así las cosas, el regreso del EncestaRías a Vilagarcía está en el aire y todo hace indicar que seguirá en Pontevedra, donde ha alcanzado otra dimensión en sólo dos años.
Carlos Coira explica que desde el gobierno “queremos que el torneo continúe aquí, al igual que ellos, pero hay que hablarlo”.