El AD Cortegada y el baloncesto arousano y gallego lloran la muerte de Antolín Diéguez, que fue directivo del club vilagarciano durante casi tres décadas y que falleció a los 66 años de edad tras luchar contra una grave enfermedad durante los últimos años. Antolín fue una figura imprescindible durante más de veitincinco años en la entidad, por su implicación, capacidad de trabajo y calidad humana, algo que destacan directivos, jugadoras y entrenadores que tuvieron la suerte de compartir muchos momentos con el vilagarciano en entrenamientos, partidos y viajes.
Llegó al club a la vez que se iniciaba en el mismo como jugadora su hija Tania y desde entonces su compromiso y dedicación fueron absolutas. “Era una persona cariñosa que siempre ayudaba a los demás, fueran familia, amigos o allegados”, recuerda el vicepresidente José Gorgoso. “Con el equipo siempre estuvo muy volcado, mostrándose muy cariñoso con las jugadoras, se ganase o se perdiese”.
Directivo polifacético e inteligente para conocer sus limitaciones y aportar en muchos aspectos. Su labor fue siempre multitarea, dispuesto a echar una mano con lo que hiciese falta. Desde conducir la furgoneta a coger el bombo y animar directamente desde la grada. Siempre sumaba y aportaba.
“Para mucha gente de la directiva era un gran amigo. Una figura de una importancia increíble”. El AD Cortegada pierde un referente, pero su legado pervive en la memoria de todas las personas que le conocieron y trataron en el club, que le brindará un homenaje en el próximo partido en casa del primer equipo. Se va un grande del baloncesto vilagarciano.