El Arosa presentó esta tarde al centrocampista coruñés Antón Concheiro como el primer fichaje para la temporada 2023-2024. Tiene 24 años y procede del Barco, donde acabó una temporada que comenzó en Extremadura en las filas del Don Benito, en Segunda RFEF. Formado en la cantera del RC Deportivo, donde estuvo una década, desde alevines al segundo filial en las filas del Laracha, Concheiro jugó en el Ourense CF y el Estradense, donde coincidió con Brais Vidal, Martín Sánchez y Borja Míguez.
Fue en el Bergantiños donde más sobresalió los últimos años. Formando parte de la plantilla que logró el ascenso a Segunda RFEF y que estuvo a punto de colarse en el play-off a Primera RFEF. “En el Bergan fui muy importante el primer año, que fue cuando ascendimos. También el segundo año en Segunda RFEF, cuando quedamos sextos”, recuerda.
Terminada su etapa sub 23, el coruñés dejó Carballo para iniciar una aventura lejos de Galicia, que no salió como esperaba, pero le sirvió para crecer. “Quería probar nuevos retos. Jugué bastante, pero al final lo pasé un poco mal personalmente. No me arrepiento. Son experiencias que también hay que vivir”. En el pasado mercado de invierno fichó en el Barco, donde las cosas no fueron como esperaba. “Muy mal. Demasiada inestabilidad. Es un club con muy buena estructura. La directiva hace bien las cosas y había buenos futbolistas, pero no éramos como un equipo. Estuve tres meses allí y tuve cuatro entrenadores diferentes”. Al Arosa llega buscando un “proyecto deportivo que me gusta”, explica.
“Tenía otras ofertas de Tercera, pero cuando me llamó Luis sabía que era una muy buena oportunidad para crecer. Es un proyecto muy ambicioso y el club siempre me gustó mucho por como hacía las cosas todos los años, por la estructura y la afición. Me veo con ganas de luchar en el fútbol, hacer algo importante y con el objetivo del ascenso”.
Antón Concheiro juega en el centro del campo, tanto de medio defensivo como ofensivo. Es diestro y destaca por su golpeo de balón, con gran capacidad para jugar en largo y el balón parado. “Luis es un entrenador exigente y quiere que vuele en el campo. Le gusta un mediocentro con recorrido, que sea atrevido con el balón. Él ve que tengo condiciones y que tengo que explotarlas”. Con esa idea recala en Vilagarcía.