Dani Abalo descuelga las botas para ayudar al Portonovo, que atreviesa por una delicada situación en Preferente, en puestos de descenso a punto de alcanzar el primer tercio de liga. A sus 37 años, el vilagarciano afincado en Sanxenxo regresa al vestuario arlequinado para intentar aportar experiencia en el día a día y echar una mano en los partidos el fin de semana, siempre que no le coincida con sus obligaciones en el Arosa, donde ejerce de director deportivo.
"Un amigo mío se lesionó la rodilla", en alusión a Mateo Presas, "hace falta gente y las personas que han formado la nueva gestora me pidieron de favor que echase una mano y es lo que voy a intentar hacer", explica el que fue jugador profesional en clubes como RC Celta, Alavés o Ludogorets, con el que ganó varios títulos en Bulgaria y disputó la Champions League.
Abalo ya jugó las últimas temporadas en Baltar, promediando ocho goles por curso, y aunque en verano decidió cerrar definitivamente su etapa como futbolista, ha decidido volver dadas las circunstancias y ante la insistencia de los once socios que han tomado el relevo de Valentín Martínez al frente del club.
El Portonovo encadena cuatro partidos sin ganar, en los que sólo ha sumado un único punto. "Creo que puedo ayudar estando en el vestuario", explica, más allá de lo que pueda aportar en los partidos, aunque mantiene un buen estado físico pese a llevar varios meses retirado. "Me costará al principio, pero poco a poco espero coger ritmo". Antes de tomar la decisión, el director deportivo del Arosa lo consultó con el presidente del club, Manolo Abalo, y el entrenador Míchel Alonso, que dieron su visto bueno al entender que no interferirá en sus obligaciones con la entidad vilagarciana.
El Portonovo recibe el domingo a las 12 horas en Baltar al Verín, que le aventaja en un único punto. El objetivo, en el que ya puede ser el debut de Abalo, es conseguir la primera victoria de la temporada ante su afición después de cinco partidos en casa saldados con tres derrotas y dos empates.