“Lo que más echaré de menos a partir de ahora será competir”

“Lo que más echaré de menos a partir de ahora será competir”
Sara Gómez recibió un homenaje el sábado durante el último partido de liga del Cortegada, con el que puso fin a su carrera / Gonzalo Salgado

Más de 500 partidos oficiales a lo largo de 18 temporadas, más de 4.500 puntos anotados, 1.500 rebotes  y más de 1.200 asistencias. Ascensos, nueve temporadas en la LF1, competiciones europeas, internacionalidades y éxitos en categorías inferiores con la selección española...la trayectoria de Sara Gómez Ferreirós es espectacular. La escolta de Guillán puso punto final esta temporada a una carrera inigualable. Se retira la mejor jugadora de la historia del Cortegada. Leyenda del deporte arousano.

 

¿Cómo viviste el partido del sábado?
Desde que llegué al pabellón estaba súper emocionada, al saber que era el último. Llevaba varios días con el cuerpo raro porque es toda una vida dedicada a esto. El sábado ese momento lo viví con cierta vergüenza porque no me gusta ser el centro de atención. Me gusta recibir el cariño de todo el mundo, como es lógico, pero lo del protagonismo me cuesta un poco. Lo viví con vergüenza pero también con mucha felicidad.

 

¿ Te esperabas que estuvieran ahí tus excompañeras y amigas?
No, para nada. Me hizo muchísima ilusión, sobre todo la presencia de alguna que hacía mucho tiempo que no veía y que acaba de ser mamá. Sé que le era complicada venir y que estuviera allí aún me hace más ilusión si cabe.

 

Y tampoco se lo perdió tu hija Candela...
Me da pena porque cuando sea mayor no se va a acordar, ya que solo tiene 3 años. Y es algo que me gustaría que  recordase, pero bueno, ahí estaré yo para enseñarle fotos y para contárselo (risas).

 

¿Qué es lo que más vas a echar de menos?
El competir, sin duda. A mí el día a día ya se me estaba haciendo muy duro. No soy una jugadora que me guste ir a entrenar (risas), hay que ir porque toca. Lo que realmente echaré de menos es que llegue el sábado y poder competir, ese gusanillo. Es toda una vida compitiendo y sé que lo voy a echar en falta.

 

¿Vas a seguir ligada al baloncesto?
Ahora mismo no lo sé. No tengo muy claro lo que voy a hacer. Voy a pensarlo y después lo que vaya surgiendo. No descarto nada.

 

Son 18 temporadas en la élite, que dan para mucho. ¿Con qué momentos te quedas?
Tengo muchos momentos. Siempre digo los dos que recuerdo con más cariño, que son la fase de ascenso en Rivas y la plata  con la Selección Española Sub 18.

 

¿Crees que pudiste haber exprimido aún más tu carrera?
Este último año me costó mucho mentalmente. Me costaba motivarme. Lo intenté, pero cuando veo que no estoy dando mi 100% me frustro, entonces prefiero dejarlo. Si no voy a dar el 100% prefiero dejarlo y creo que este es el momento.

 

¿Cuál fue la mejor jugadora con la que jugaste?
Uf. Cuando empecé me encantaba Clara Bermejo, para mí era un referente. Y después...puf, es que jugué con muchas jugadoras muy buenas, como Kiesha Brown, Jo Hill, Agne Ciudariene, Noemí Jornada...

 

¿Y entrenadores?
Aunque suene a tópico, puedo decir que he tenido mucha suerte con todos mis entrenadores. He sido una privilegiada. Me pongo a pensar y solo hay que ver donde están ahora. Isaac Fernández en la Selección y haciendo un temporadón con el Barça. Víctor Lapeña, Carlos Colinas, Miguel Méndez, Jordi Fernández...No podría quedarme con uno. He tenido entrenadores buenísimos.

 

¿Qué es lo mejor que te dio el baloncesto?
Las amistades, conocer a tanta gente de diferentes nacionalidades y sus culturas. Convivir y buscar un reto común con jugadoras tan diferentes te hace crecer mucho en lo personal y te sirve para toda la vida. Si no llego a jugar al baloncesto no sé si tendría esos valores de esforzarse por el de al lado, de competir por un mismo objetivo...Además el baloncesto me permitió viajar y conocer países como Israel, Rusia, Hungría o Eslovaquia, a los que no iría si no es por el baloncesto.

 

¿Te arrepientes de alguna decisión tomada? ¿Crees que pudiste estar más tiempo en Liga 1?
No, no me arrepiento de ninguna decisión. Todas las decisiones las tomé por alguna razón. Cuando decidí volver al Cortegada sabía que no podía estar al máximo nivel por los problemas de espalda. Fue un momento en el que la espalda no me respondía bien y no podía tener esa exigencia que marcaba entrenar tanto en Liga 1. Creo que fue una decisión acertada. Volver a casa, bajar un peldaño y recuperarme de esos problemas de espalda. Eso me permitió seguir disfrutando. Me siento una privilegiada por haber disfrutado de lo que más me gusta y en mi casa.

 

¿Eres consciente de la trayectoria que has tenido y de que eres una leyenda del deporte arousano?
Estos días estoy recibiendo mucho cariño, leyendo y escuchando palabras que me emocionan. Me hacen sentir súper orgullosa. Quizá mientras estás jugando y eres más joven no piensas en eso y ahora descubres lo que piensan de ti y es emocionante, aunque una leyenda no me considero (risas).

 

No hay muchos casos similares, de tantos años a este nivel y siendo una jugadora de cantera...
Es verdad. Son muchos años en el mismo club consiguiendo cosas y jugando muchos minutos.

 

¿De qué manera te gustaría seguir ligada al Cortegada?
No lo sé. Es algo que no tengo claro. El club me dice que tengo que seguir y echar una mano, pero no sé lo que voy a hacer. Sé que puedo aportar y tampoco quiero desaparecer del club, porque es mi familia y es mi casa. 

“Lo que más echaré de menos a partir de ahora será competir”

Te puede interesar