Desde hace nueve años, la gimnasia rítmica late en Cambados gracias al nacimiento del Club Grand Jeté, presidido por Lorena Romero. Actualmente, el club cambadés cuenta con más de 56 gimnastas federadas, y con más de un centenar de alumnas, y alumnos, en actividades extraescolares. Desde sus inicios, todo fue muy complicado, sobre todo, al tratarse de un deporte tan injusto y duro como la gimnasia rítmica.
“Los inicios fueron muy complicados. Teníamos a seis niñas en A Pastora, pero el Concello de Cambados fue súper amable a la hora de la cesión de las instalaciones. A día de hoy, hemos pasado de tener seis niñas a nueve conjuntos, dos tríos, y 12 individuales. Esto solo en competición”, comenta Romero. Lo cierto, es que una idea que surgió de cinco ex gimnastas y directivas del Club Arousa, actualmente es la felicidad de más de un centenar de niñas.
“Nos apetecía seguir con nuestro sueño. Vimos que en Cambados no había gimnasia y nos aventuramos a montar un club. Al principio teníamos una escuela pequeña con unas 10 niñas, y dos años después nos iniciamos en competición con el grupo de seis niñas. Poco a poco fuimos consiguiendo más coles por la zona, y ahora tenemos 56 federadas”, destaca la directora del club. A día de hoy, las niñas del club que empezaron cuando nació el Grand Jeté, siguen vinculadas al club cambadés.
“Al final, los podios no son lo relevante. Lo verdaderamente importante es que después de nueve años todo siga igual. Somos una familia”, recalca. Toda la oferta de gimnasia de Cambados recae sobre el Grand Jeté, que ya cuenta con una amplia base, en la que le gustaría que “algún niño de las escuelas se animase a competir. “Hasta que entra el primero en un club es muy difícil que llegue el resto. Aún no tuvimos la suerte de tener a ningún niño, pero hablaba con mis compañeras que es una maravilla que, ahora, en casi todas las categorías ves a algún niño”, comenta la entrenadora.
Si por algo intentan luchar en el Grand Jeté es porque las niñas se sientan felices y satisfechas con lo que hacen. “La familia que creamos va más allá de si eres un oro o una plata. Da igual. Para mi, si lo haces mal eres igual de importante que si lo haces bien. Hay gente a la que le tira más eso que tener un podio”, señala Lorena Romero. "Nos centramos en que las gimanstas den lo mejor de sí en los entrenamientos. Tenemos poca disponibilidad de pabellón y nos resulta bastante complicado poder darle la atención que necesita este deporte”, lamenta Romero.
“Queremos que disfruten de los campeonatos, que no salgan con mal sabor de boca. A veces ves cosas en los torneos y te preguntas de qué sirve y es súper duro y frustrante. No le vamos a dar importancia al puesto en el que quedemos porque sería desmotivas a las niñas más de lo que ya las desmotivaron en el torneo”. Por otro lado, el Grand Jeté se plantea un punto de inflexión con respecto a su futuro, ya que esperan poder sacar, al menos a dos chicas individuales, a competición nacional, lo que implica más horas de entrenamiento.
“Compartimos pabellón con el tenis de mesa, por lo que tampoco podemos entrenar concentradas. No podemos seguir creciendo porque no tenemos medios, y competir a nivel nacional exige unas horas de entrenamiento. Estamos buscando la forma de ampliar, incluso si tenemos que salir fuera de Cambados”, lamenta Lorena Romero.