Jéssica Bouzas viaja este jueves a Pekín para disputar el China Open, su quinto WTA 1000 de la temporada. Será su reaparición en competición tres semanas después de caer en tercera ronda del US Open ante la norteamericana Jessica Pegula, subcampeona del último Grand Slam del año. Para Jéssica comenzará de esta forma el último trimestre de una temporada que está siendo larga y muy productiva, en la que ya ha jugado cerca de setenta partidos en ocho meses, con un muy positivo balance de 48 victorias y 20 derrotas. La joven vilagarciana celebrará su vigésimo segundo cumpleaños en el continente asiático, que visita por primera vez y donde pondrá el foco este otoño.
La tenista arousana, que este lunes estrenó su mejor ranking de su historia en el circuito al instalarse en el puesto 57 del mundo, tiene previsto regresar a España tras jugar el WTA 1000 de Pekín. Disfrutará entonces de una semana de descanso, antes de realizar una gira asiática en octubre, que la llevará primero a Japón a disputar el WTA 250 de Osaka. A la semana siguiente viajará a China para jugar el WTA 250 de Guangzhou, y cerrará la gira de tres semanas por Asia disputando a partir del 28 de octubre el WTA 250 de Hong Kong. En su calendario, por tanto, tiene programados cuatro torneos en las próximas seis semanas.
Mientras que en noviembre dará otro gran paso en su carrera profesional al representar a España en Málaga en la Billie Jean King Cup (antigua Copa Federación) del 13 al 20 de noviembre. Jéssica Bouzas se ha ganado su sitio en la selección española que dirige Anabel Medina merced al trabajo y la progresión que está trazando temporada a temporada. Empezó el año 2024 en el puesto 158 del ranking mundial y en la actualidad es la segunda mejor española del circuito, por detrás de Paula Badosa. A pesar de que es la más joven de entre las ocho nacionales que están en el top 200.