Cuenta la leyenda que el Ave Fénix siente la muerte y la prepara con mimo y serenidad para resurgir de sus propias cenizas. El sueño imposible de cualquier ser humano, menos para Ana Peleteiro. La ribeirense es un ejemplo de resiliencia, y es que a pesar de todos los problemas que se planteen en el camino, ella siempre vuelve. Peleteiro, a diferencia de la mitología, no renace de sus propias cenizas, sino de sus propios oros, para volver a bañarse en el metal más ansiado, que se convirtió en la octava medalla de su vida en un gran campeonato, y su segundo oro europeo indoor.
Los 14,37 metros que saltó en la ciudad neerlandesa de Apeldoorn, ya son parte de la historia de vida de Peleteiro y de la de todos los españoles. La atleta igualó a Sandra Myers como la única española capaz de ganar dos medallas en un campeonato de Europa.
“A pesar de que siempre me entierran cada dos por tres, soy un poco como el Ave Fénix y me gusta resurgir de las cenizas. Aunque quieran acabar conmigo, gracias al colchón que me rodea salgo más fuerte”, señala Peleteiro en declaraciones a Teledeporte. Este nuevo oro no solo supone una condecoración más a su ya extenso medallero, sino que va mucho más allá. Es justicia. Es el golpe sobre la pista. Es el fin de las coacciones y el inicio de un ciclo que deslumbra a todos aquellos que desprecian a la atleta.
Lo cierto, es que Peleteiro no quiso engañar a nadie, por lo que señaló ante los microfonos de Teledeporte que había sido una semana muy complicada para ella. “Recibir una información con amenazas y coacciones de una persona a la que yo apreciaba mucho nunca es plato de buen gusto”, indica.
Las decepciones personales supusieron un lastre en su preparación, pero Ana Peleteiro no se dejó intimidar, especialmente, porque en esta ocasión había una persona en la grada muy especial esperando a verla triunfar, su pequeña, a quien no dudó ni un instante en dedicarle el quinto y definitivo salto.
Si por algo se caracteriza Ana Peleteiro es por su constante inconformismo y la incesante lucha con ella misma y sus molestias físicas. Cabe recordar que le diagnosticaron una ruptura de varios ligamentos en la articulación tibioperonea en el año 2014, cuando se cruzó en su camino el doctor Pedro Guillén para evitar que pasase por quirófano. Esas molestias volvieron a lastrar en esta ocasión a una Peleteiro que, de nuevo, volvió a superar sus propias adversidades.
Tras el triunfo europeo, las expectativas no cesan, y las ganas de seguir haciendo el medallero aún más grande, tampoco. Por ello, la ribeirense tiene su mente puesta ya en el próximo Mundial Indoor de Nanjing, en China. Dicha competición se llevará a cabo entre el 21 y el 23 de marzo, y es que se trata de un campeonato que debió celebrarse ya en el año 2020, cuando la pandemia azotó al mundo entero, por lo que se tuvo que aplazar y, finalmente, acabó teniendo su turno este 2025 para cumplir los contratos de World Athletics con la ciudad china.
Realmente se trata de un campeonato en las sombras, dado que muchos atletas consideran que está demasiado lejos, y que el calendario de competición es el que es, por lo que todavía falta saber cuántos, y quiénes, serán los atletas que se citen dentro de dos semanas en la otra punta del mundo para seguir rompiendo barreras.
A pesar de ser una de las atletas que también tenía dudas con su participación, tras disputar el europeo, Ana Peleteiro confirmó que ya piensa en China. Lo cierto, es que ahora mismo a Ana Peleteiro solo le queda subirse a un podio en un Mundial al aire libre, algo que podrá conseguir este mismo año en Tokio.
En el último año, la vida de Ana Peleteiro dio un giro de 180 grados. La atleta optó por volver a su tierra, a Ribeira, dejando atrás una bonita y larga etapa en Guadalajara a las órdenes de Iván Pedroso, y pasando a ser entrenada por su marido, el también atleta Benjamín Campaoré.
“Tenía muchas ganas de demostrar que es un excelente entrenador y que hacemos un súper equipo”, comenta Peleteiro a Teledeporte. Asimismo, la atleta también quiso destacar la inversión realizada en el módulo de Ribeira para que todos tengan unas mejores condiciones de entrenamiento. Cabe destacar también que tanto Peleteiro como su marido están tratando de que, en el futuro, hacer un grupo de entrenamiento de saltos importante, para demostrar que no es necesario tener que estar en Madrid para triunfar.
Tras varias semanas de incertidumbre sobre cómo respondería su rodilla y su pierna derecha al saltar, Ana Peleteiro logró sacar de su cabeza todo aquello que la atormentaba para volver a lo más alto y seguir siendo la reina del triple salto. Una tarea cumplida con nota, por lo que ya piensa en las ganas de comerse el Mundial de China, al que tratará de llegar sin dolores.
No todo en la vida de Ana Peleteiro es de color rosa, de hecho, la atleta lucha constantemente contra sus propios demonios. La atleta se ha convertido en toda una referencia en Ribeira, y además, reconoce que nunca había empezado con tan buena forma física una temporada.
Para lo bueno y para lo malo, Peleteiro defiende el atletismo por bandera, con plena confianza en que su estado físico pueda permitirle seguir dando lo mejor de si misma en su nuevo reto en China, especialmente después de que sufiera dolor de rodilla antes de saltar en el Campeonato de Europa.
“Ha sido un mes muy chungo, sobre todo estos últimos días. La Federación lo sabe, jamás me había sentido tan baja. Si no llega a ser porque hice terapia hace dos días, no habría podido competir aquí”, comenta a la atención de la Real Federación Española de Atletismo.
“Cuando vi que hice nulo, entre que tengo la rodilla pichí pichá y que estuve toda la competición sintiéndome el isquio, pues me dejé un poco llevar. Pero para la semana que llevo, que estuve con una gripe, más la rodilla y todos los monstruos que siempre andan por ahí gritándome... A veces siento que me tengo que cerrar en un búnker para que nada me entre la cabeza”, señala la atleta ribeirense.
“Sabía que tenía que hacerlo muy bien desde los dos primeros saltos. Saqué fuerzas de donde no las tenía”, recalca ante los micrófonos de la Federación Española de Atletismo.
Su familia y su “acertada decisión de volver a Ribeira” se convirtieron en el motor incansable para una Ana Peleteiro que reconoce que es “una competidora nata”, por lo que tratará de llegar al Mundial de China sin ningún tipo de dolor, algo que la viene lastrando en los últimos meses y por lo que se tuvo que jugar todo a una carta en el Campeonato de España.
Asimismo, Peleteiro no solo tuvo palabras de agradecimiento hacia su círculo más próximo, sino también hacia el grupo español y al gran trabajo que realiza la Federación Española. “Mucha gente no me conoce porque no me quiere conocer y aquellos que me conocen porque quieren, que disfruten porque soy muy divertida y buena persona. En el equipo hay un ambiente brutal, se nota en los resultados. La Federación lleva años haciendo un trabajo superbueno y se está notando, en el ambiente, en los resultados y en todo. Viva España”.