El Mariscos Antón Cortegada recibe mañana a las 17 horas en el pabellón Sara Gómez al Romakuruma UE Mataró en la 15ª jornada de la Liga Femenina 2. El equipo de Álvaro Fernández quiere resarcirse de la derrota en Galdácano ante Ibaizabal y mantener su extraordinaria línea de resultados en casa, donde ha ganado cinco de sus seis partidos y donde le quedan por jugar siete de los doce de la liga regular.
La semana para las locales ha estado marcada por los problemas físicos de rodilla que arrastran Aminata Traoré y Carolina Bernardeco y las molestias en la espalda de Cris Oreiro, que ya condicionaron su rendimiento el pasado sábado cuando forzó para jugar. Pese a todo, se espera que las tres están disponibles para jugar este encuentro que se traslada a la tarde del domingo por petición visitante.
En la primera vuelta las vilagarcianas perdieron en Mataró 62-54 en un partido marcado por las pérdidas de balón y por el buen hacer en las catalanas de Blanca Chasco (21 puntos y 8 rebotes). La pívot, ex de la NCAA, es una de las destacadas en las visitantes que son séptimas a dos victorias del Cortegada y de los puestos de fase de ascenso. Junto a Paula Tutusaus (casi 11 puntos y 7 rebotes por partido) forman un juego interior destacado.
“Es un equipo con talento, físicamente sus interiores son muy grandes y sus exteriores son muy rápidas”, explica Álvaro Fernández. “Les gusta jugar rápido, cuando están en modo apisonadora se sienten cómodas por delante en el marcador porque son capaces de defender para robar muchos balones y correr”.
El técnico catalán de las vilagarcianas apunta como claves “el rebote y miminizar nuestras pérdidas para no darles puntos fáciles”.
El Cortegada quiere “seguir haciéndonos fuertes en casa, donde somos el segundo mejor equipo tras Bosonit”, apunta Álvaro Fernández. “Espero que nuestra gente nos pueda echar una mano”, en relación a la afición.