A la fase regular de Segunda RFEF le quedan seis horas de temporada. Cuatro partidos, un total de 360 minutos que decidirán el futuro de la mayoría de los equipos del grupo I. Salvo el Ceares, ya descendido, todos llegan a esta parte final con mucho en juego. El Compostela es octavo con 41 puntos, está a 2 del play-off y solo tiene cuatro de colchón sobre el descenso. Una zona en la que está el Arosa con 35 puntos, a 3 de distancia de la zona de salvación. Ambos de enfrentan esta mañana en el Vero Boquete de San Lázaro (12 horas). Comparten urgencias. De hecho sus entrenadores en las horas previas a este derbi gallego coinciden en tópicos como “una final”, “mientras hay vida, hay esperanza” o “solo nos vale ganar”. Ahora la competición ya no solo aprieta, también ahoga.
Se agota el margen de maniobra y cada partido se encara con una mentalidad diferente. El Arosa llega bien a Santiago. El efecto Luisito se hizo notar la pasada semana ante el Pontevedra. El técnico santiagués y sus jugadores han preparado a conciencia el partido. “Non son de piñón fixo”, advierte Míguez en cuanto al planteamiento de su equipo. Habrá cambios, quizá no en el once de la semana pasada, pero sí en la disposición. Rodri Veiga, técnico local, espera a un rival muy agresivo en la presión. Sin embargo Luisito otorga más importancia a lo que hagan los suyos cuando tengan la posesión.
Vuelve Álvaro Casas en los locales, que pierden por sanción a Pablo Antas, pieza importante en la medular. El Arosa recupera a Mon, que vuelve a San Lázaro en partido oficial desde que dejó el club santiagués hace más de dos años. Luisito convocó a los 20 jugadores de la plantilla, que parten a las 9.15 horas desde A Lomba, y hará los dos descartes en la convocatoria en San Lázaro.
Se espera a un Compostela protagonista con el balón y muuy profundo por las bandas. Se trata de un equipo con facilidad para generar ocasiones y llegar al gol. Pero que a nivel defensivo está concediendo y encajando mucho en la segunda vuelta (18 goles en 13 partidos). El Arosa basará su plan en volver a ser sólido a niveld defensivo, sin renunciar a tirarse a la yugular de su rival a la mínima ocasión.
En la grada la afición arlequinada no fallará. Estuvo en un buen número en las dos últimas salidas, tanto a Langreo como a Salamanca, por lo que en Santiago no será menos. Se esperan unos 200 o 300 aficionados del Arosa en el Vero Boquete de San Lázaro, todos juntos en la grada de preferencia alentando al equipo en una jornada importante con enfrentamientos directos. El Arosa busca resurgir en Santiago, más allá de conseguir indulgencias plenarias en año xacobeo.