Jose Rivera se pasó esta mañana por la sala de prensa de A Lomba para hablar del partido que mañana enfrenta al Arosa con el Gran Peña a las 17 horas en el campo vilagarciano. Un partido especial para el delantero, que jugó las dos últimas temporadas en el club vigués, cuando este estaba vinculado al Celta. Rivera habló de la última campaña, en la que acariciaron el ascenso. "Fue un año que vivimos muchas cosas, tanto buenas como malas, y se creó una relación muy especial entre los jugadores, con el cuerpo técnico y el presidente. Fue un vínculo especial y bonito y guardo un buen recuerdo”.
El vilagarciano era el capitán del Gran Peña Celta C, que acabó segundo en liga y se quedó a las puertas del ascenso al caer en la tercera y última eliminatoria del play-off ante el Salamanca. Una vez que el club de Primera División se desvinculó del Gran Peña, prácticamente todos los jugadores se marcharon revalorizados. A Rivera, que marcó el pasado año 11 goles y ya lleva 3, le sorprende la buena marcha del Gran Peña, pero hasta cierto punto. “No conocía a algunos de sus jugadores, pero están haciendo muchas cosas bien y va a ser un partido complicado. Su mayor peligro pueden ser las transiciones”.
El vilagarciano encadenó la pasada temporada con su exequipo una racha de ocho victorias seguidas. Con el Arosa lleva cinco. Rivera encuentra varias similitudes entre ambas. “Creo que el grupo era buenísimo el año pasado y es buenísimo este año. Y también creo que ambos equipos nos adaptamos muy bien a las circunstancias de cada partido y de cada campo. Y eso en esta categoría es clave”.
El Arosa está en dinámica ganadora y en el vestuario no se sienten excesivamente responsabilizados por la necesidad de sumar de tres cada semana. “Vamos partido a partido, sin presión, sabiendo que ganar todas las semanas es difícil. Estamos bien, vamos mejorando cada partido y aún hay cosas que mejorar. No nos podemos relajar, pasamos una mala racha al principio y sabemos lo que se siente".
Han pasado 26 días desde el último partido del Arosa en A Lomba. Los jugadores reconocen que "hay ganas de jugar en casa porque se nota que la gente está enchufada y nos ayuda mucho. Jugar en casa nos hace una ilusión especial. Estamos conectando muy bien con la afición y lo pasamos muy bien con ellos".