Doce partidos de suspensión es la sanción que la Federación Galega ha impuesto al delegado del Ribadumia juvenil que la pasada jornada agredió a un jugador local. La lamentable situación se produjo durante el partido de juveniles de la Liga Gallega que enfrentó el sábado en Baltar de Arriba a Portonovo y Ribadumia.
Todo se desencadenó tras la expulsión de un jugador visitante por protestar un gol fantasma que el árbitro no concedió. Acto seguido, hubo una falta de un jugador visitante que desencadenó en el episodio de la agresión del delegado quien, en ese momento, entró en el campo y propinó una patada a la altura del tobillo a un jugador local.
El árbitro del partido, Crespo Gámez, expulsó al delegado del Ribadumia con roja directa tras lo sucedido. Posterioremente, algunos padres del Portonovo contactaron con la RFGF para denunciar lo ocurrido durante el encuentro.
El Comité de Competición establece esta sanción por "agredir a un jugador rival de categoría juvenil en su condición de delegado, agresión realizada penetrando en el terreno de juego con el juego detenido".