El presidente de Agromuralla, José Luis Pérez Barreiro, no descarta que los ganaderos gallegos salgan también a la calle a protestar como están haciendo los productores de países como Francia o Alemania, porque “el sector primario en toda Europa tiene una serie de problemas comunes” que afectan de modo similar a las explotaciones.
De hecho, en declaraciones a los medios de comunicación, quiso expresar la “solidaridad de los ganaderos y ganaderas gallegos” con los “productores de países como Francia o Alemania, que estos días se manifiestan con sus tractores en demanda de mejoras para el sector”.
Sobre la posible organización de protestas similares en Galicia, no lo descarta. “En este momento se están valorando todas las posibilidades”, afirmó.
“El sector primario de toda Europa tiene problemas comunes, como son una excesiva burocratización o la falta de garantías de un precio justo para los alimentos que producimos”, aseguró el presidente de Agromuralla.
“Todo lo que viene de Bruselas supone más trabajo y más gasto para las explotaciones. A día de hoy, ya pasamos más tiempo cubriendo papeles que atendiendo a los animales o a nuestra tierras”, dijo Pérez Barreiro, quien opina que las administraciones, “tanto europeas como estatales”, legislan “en contra del sector”.
Con respecto al “viraje ambientalista en la Unión Europea”, el presidente de Agromuralla dijo que “las políticas verdes no pueden suponer ir en contra de la seguridad alimentaria de la población”.
“Somos los primeros que queremos cuidar del medio ambiente y, de hecho, los agricultores y ganaderos somos los gestores del territorio y los que cuidamos de la naturaleza”.
Los agricultores franceses mantienen esta mañana bloqueos en ocho autopistas de acceso a París y varios cientos se dirigen con sus tractores hacia el mercado de abastos de la capital a unas horas de una intervención del primer ministro, Gabriel Attal, en la que se esperan nuevas medidas de ayuda al sector.
"La determinación es total", ha asegurado Arnaud Rousseau, presidente del principal y potente sindicato agrícola FNSEA, que ayer por la tarde fue recibido por Attal, y que ha indicado que siguen negociando con el Gobierno.
En una entrevista a la emisora Europe 1, Rousseau ha señalado que tiene que haber "un cambio de rumbo" del Ejecutivo y "medidas de urgencia simbólicas". Ha explicado que la impresión que le dio el primer ministro ayer es que tenía voluntad de ir "más lejos en todos los temas".
Desde primera hora de la tarde del lunes, varios cientos de tractores mantienen cortada la circulación en las autopistas A1, A4, A5, A6, A13, A15 y A16 a varias decenas de kilómetros de París.
Además, un cortejo de tractores que salió de la ciudad de Agen (sur) el lunes y al que se han sumado otros por el camino ha hecho noche en Limoges y ha reanudado la marcha a las 5.00 locales esta mañana en dirección de la capital.
Ese convoy ha sorteado las tentativas de los gendarmes para interrumpir su recorrido, ya que su objetivo declarado es cerrar los accesos del mercado de abastos de Rungis, el mayor de Europa, a una quincena de kilómetros de París.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, que ha movilizado a 15.000 agentes ante estas protestas, viene advirtiendo desde el fin de semana que no lo permitirá, como tampoco permitirá el bloqueo de los aeropuertos de Orly y Charles de Gaulle, ni la llegada de los tractores a la ciudad.
Darmanin ha pedido a las fuerzas del orden, sin embargo, que no intervengan en los bloqueos del llamado 'asedio' a París ni en el resto del país -donde hay varias decenas- salvo si hay amenazas para los bienes o para las personas.
Attal, que fue nombrado en su cargo el pasado día 11, va a pronunciar a partir de las 15.00 locales (14.00 GMT) un discurso de política general ante la Asamblea Nacional en el que ha decidido que no se va a someter al voto de los diputados, y que le ofrece la oportunidad de presentar los anuncios al sector agrícola que ha prometido el ministro del ramo, Marc Fesneau.
Después de un primer paquete de medidas el pasado viernes, que no consiguieron el fin de las protestas, los agricultores reclaman un cambio en la situación de competencia que dicen sufrir con los productos importados de otros países, incluidos los de la Unión Europea, como España e Italia, de donde llegan muchas frutas y hortalizas.
También un cumplimiento estricto de la llamada 'ley Egalim' que teóricamente garantiza que los industriales y los grupos de distribución deben pagarles sus productos a un precio superior al de sus costos de producción.
Más allá de la simplificación de reglas y de la burocracia anticipada por Attal, exigen una modificación de la política europea para poner fin al barbecho obligatorio, limitar las entradas de productos de Ucrania y poner fin a los acuerdos de libre comercio con otros bloques económicos.
Estos últimas cuestiones serán abordadas por Emmanuel Macron en un encuentro programado durante la cumbre europea extraordinaria del jueves en Bruselas con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El presidente francés quiere también que Bruselas renuncie a continuar las negociaciones con Mercosur sobre un acuerdo que lleva bloqueando desde que se firmó hace cuatro años y al que se opone frontalmente.
Los productores agrícolas y ganaderos italianos han convocado hoy manifestaciones que afectarán a cinco regiones italianas, tras varias concentraciones espontáneas en los últimos días y siguiendo las protestas en otros países europeos.
La movilización está organizada por un movimiento, liderado sobre todo por jóvenes, que se autodenomina 'Rescate agrario' y que la semana pasada protagonizó algunas protestas provocando el corte puntual del tráfico de carreteras, pero sin grandes problemas de seguridad.
La gran manifestación del sector agrícola italiano se espera mañana, miércoles, con una multitud de tractores en señal de protesta frente a la feria del sector 'Fieragricola' de Verona (noreste).
Hoy, los tractores desfilarán en varias ciudades de diferentes regiones: Lombardía, Toscana, Umbría, Lacio y Cerdeña para protestar por los bajos precios, debido a la competencia de la producción extranjera, y los altos costos de producción e impuestos.
Un centenar de tractores marchan ya hacia Cassino, en el sur de la provincia de Frosinone, en el Lacio, pero por carreteras comarcales sin causar problemas en la circulación, según los medios locales.
También hay protestas en Mantova (norte), donde unos 40 tractores también se encaminan hacia la salida de la autopista de Mantova norte.
"Pedimos firmemente que se pague el valor justo de nuestros productos. Queremos que la agricultura italiana sea respetada, comprendida y valorada", se lee en un manifiesto de la coordinación nacional de 'Redención Agrícola'.
Entre los diversos puntos destacados por los agricultores se encuentran la eliminación de la obligación de no cultivar el 4 % de la tierra y cualquier forma de contribución destinada a desalentar el cultivo, regulaciones estrictas que contrarresten la entrada de alimentos sintéticos en el mercado y el mantenimiento del sistema que mantiene controlados los costes del gasóleo agrícola incluso después de 2026.
El ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, destacó que su Gobierno les apoya: "Seguimos convencidos del lado de los agricultores, de aquellos que quieren trabajar para tener unos ingresos adecuados y crear riqueza para ellos y para el país".