El pantalón cargo tuvo un uso rotundamente funcional en la Primera Guerra Mundial por sus múltiples bolsillos, vivió un auge en la moda gracias al personaje de “Lara Croft” en el ecuador de los noventa y, desde 2020 se instala en el armario de hombres, mujeres y pasarelas.
“Los pantalones cargo representan una prenda cómoda y versátil para todo el mundo, pueden ser casual o sofisticados dependiendo de cómo se combinen”, explica Glenn Martens, director artístico internacional de Diesel desde 2020 y también de su firma Y/Project, ambas emporios de moda para este tipo de prenda.
Creado para los soldados británicos durante la Gran Guerra con el objetivo de poder portar munición de forma accesible, el pantalón cargo surgió como una prenda amplia –para permitir movimientos ágiles–, en color verde caqui y con dos o más bolsillos de profundidad anexos en el exterior de las perneras.
“Como casi todas las prendas que provienen de la estética de hombre tienen su origen en lo militar, pero lo importante es cómo esta vida real termina influyendo en la moda cotidiana”, argumenta por su parte Juan Carlos Mesa.
Su eclosión en la estética vino en la década de los 2000, cuando videojuegos como la saga “Lara Croft” en paralelo al estilo del hip hop lanzaron esta prenda a la calle en versiones negras que incorporaban cintas y más bolsillos.
Coperni, Diesel, Versace o Balmain también han subido esta prenda a las pasarelas, antesala de las tendencias que han recibido la prenda con los brazos abiertos, se debe a que son prendas favorecedoras.
Los pantalones cargo favorecen a prácticamente todo tipo de cuerpo. La clave está en el tiro y el material; el tiro muy bajo favorecerá a las que están más delgadas y de talle alto con maxi bolsillos para que nos ayuden a disimular cartucheras.
Al igual que Martens, incide en la versatilidad de la prenda, que lejos de poder llevarse solo de forma casual puede combinarse “con prendas más elegantes, como un chaleco de raya diplomática o una blusa fluida”. Entre sus propuestas de alta moda favoritas, destaca “los total looks monocromáticos.
Funcional y muy versátil, se le añade un tercer factor, el de la comodidad. La vuelta de los dos mil los ha rescatado como inspiración de estas temporadas.
Firmas como Bershka democratizan esta prenda para todos los públicos, en modelos que van desde el vaquero lavado a otros en tonalidades rosas o blancos, presentes en la nueva línea “Teen Bsk”, su nueva propuesta casual de ropa destinada a un perfil joven con la que la marca celebra 25 años desde sus inicios.
Sin duda son una referencia estética muy marcada de esa década a nivel estilístico que señala una máxima clara sobre la vuelta de esta prenda en un gran abanico de precios: “Han vuelto para quedarse”.