La Xunta destinará 2 millones en 2025 a la redacción de los proyectos para la creación de las siete primeras zonas de inundación controlada de Galicia como solución ante episodios de lluvia extrema que conlleven el desbordamiento de ríos. La inversión prevista necesaria de forma global para las actuaciones se estima en 20,9 millones.

El Consello de la Xunta ha dado luz verde este lunes a un informe de Augas de Galicia que fija la creación de estas primeras zonas inundables en: Pontevedra, Vigo, Vilagarcía de Arousa, Bueu, Baiona, Cuntis y Ponteceso. Se centra en la provincia de Pontevedra al contar con tres de las ciudades con mayor riesgo.

En una entrevista con Europa Press el mes pasado, el director de Augas de Galicia, Roi Fernández, avanzaba la puesta en marcha de esta medida, que sigue el "modelo" de la ciudad de Vitoria, donde un entorno degradado fue acondicionado como parque periurbano y configura la balsa de Lasarte. "Si tienes espacio disponible, es una de las actuaciones más eficaces", destacaba.

Ahora, Augas fija esta línea de trabajo como una de las principales para 2025 de cara a evitar inundaciones, una planificación para el ámbito de Galicia Costa que incluye medidas que movilizarán 35 millones.

En concreto, en el municipio de Pontevedra se creará una zona contralada en el río Valdecorvos. La Xunta explica que el Ayuntamiento ya cuenta con un proyecto, por lo que podría ser el primero en ejecutarse.
En el caso de Vigo, el lugar refugio estaría en Sárdoma, en el río Lagares. Mientras, en Vilagarcía estaría en el río Con y el regato Leiro.

La zona inundable en Bueu estará en el río Bispo. Y la de Baiona incluye la creación de un área de este tipo en el mercado de Sabarís, en el canal del río Groba. Por su parte, en Cuntis los trabajos consisten en la renaturalización del canal fluvial del Gallo y la creación de una zona de inundación controlada en el margen derecho.

Finalmente, el municipio coruñés de Ponteceso contará con un aliviadero cuando se produzcan precipitaciones intensas en el regato Xunqueira da Ferradura.

De forma paralela, el año que viene habrá otra línea de trabajo que pasa por la creación de corredores fluviales verdes, con un importe de un millón en 20225, para emplear la vegetación de ribera con el fin de reducir el riesgo de inundación en zonas sensibles.