El comisario general de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, reclamó este jueves el fin del "asedio" israelí a la Franja de Gaza y calificó de "indigna" la situación que tienen que vivir en particular los niños.
Lazzarini, que participa hoy en París en una conferencia humanitaria para la población de Gaza organizada por el presidente francés, Emmanuel Macron, consideró que la situación en la Franja "es una crisis de la humanidad, de nuestros valores, del derecho internacional".
En una entrevista con la emisora France Inter, hizo notar que hay más de 750.000 personas de los alrededor de 2,2 millones de habitantes de la Franja de Gaza que están acogidos en las instalaciones de la ONU para buscar protección.
Contó que la pasada semana cuando estuvo en Gaza, pudo ver entre otras cosas cómo los niños tenían que hacer cola sólo para conseguir una botella de agua para beber, y eso le parece "indigno".
El responsable de la UNRWA dio por buenas las cifras de Hamás sobre el hecho de que desde que comenzó la ofensiva israelí en respuesta a los ataques del 7 de octubre en territorio israelí han muerto 10.000 personas en la Franja de Gaza, de los cuales 4.000 niños, y 20.000 han resultado heridas.
La razón es que esos números son coherentes con la proyección sobre el total de la población que hace su organización a partir del centenar de sus empleados que se sabe que han muerto en los bombardeos.
Lazzarini reiteró su demanda para "un cese el fuego humanitario", la aplicación del derecho humanitario y una verdadera asistencia, porque ahora el número de camiones que entran por la frontera egipcia es insuficiente para las necesidades básicas de la población.
De hecho, alertó de que dada la situación de ausencia de orden civil y de servicios públicos, se corre el riesgo de que haya una situación de caos a la llegada de los pocos camiones de ayuda humanitaria.
Preguntado por el hecho de que Israel exige la liberación de todos los rehenes secuestrados en la operación del grupo islamista Hamás del 7 de octubre, el comisario general recordó que ellos reclaman "sin equívoco la liberación de todos los rehenes" porque su secuestro "es un crimen de guerra".
Pero añadió que con la acción militar de Israel se está imponiendo "un castigo colectivo al conjunto de la población de Gaza" y de ahí la demanda de que se levante el asedio del enclave palestino.
En la conferencia humanitaria organizada este jueves en París no habrá ningún representante de Israel, aunque la presidencia francesa se ha esforzado en subrayar que Macron ha estado en contacto continuo con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con quien tiene intención de volver a hablar hoy mismo cuando concluya.
Tampoco habrá jefes de Estado y/o de Gobierno de los países árabes de la región, que en muchos casos estarán representados a nivel ministerial, más allá del primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Mohamed Shtayyeh.
Entre las principales personalidades que tienen previsto intervenir, además de Macron, destacan la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Euorpeo, Charles Michel, el presidente de Chipre, Nikos Christodulides, o los primeros ministros de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, e Irlanda, Leo Varadkar.
Más de 50.000 palestinos pasaron en las últimas 24 horas del norte al sur de Gaza por el único corredor permitido por las autoridades israelíes, por lo que la cifra de evacuados a la fuerza desde que la Franja quedó dividida en dos por Israel hace cinco días se eleva a 72.000, según las Naciones Unidas.
En su informe diario, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) indica que por quinto día consecutivo el ejército israelí siguió ordenando a los habitantes del norte de Gaza, todavía cientos de miles, que vayan al sur a través de la única vía posible, la carretera de Saladino, principal arteria de la Franja.
Las cifras muestran que esa evacuación es cada vez más numerosa, pues de apenas 5.000 en los tres primeros días el flujo se triplicó hasta 15.000 sólo el martes y nuevamente el número se multiplicó por más de tres el miércoles.
"Los combates y bombardeos en la carretera y sus alrededores continúan, poniendo en peligro a estos evacuados, y hay testimonios que hablan de cadáveres en esa vía", señaló el informe diario, indicando que el paso del norte al sur, atravesando el río de Gaza, sigue abierto diariamente sólo de 10 de la mañana a 2 de la tarde.
Según Naciones Unidas, la mayoría de los evacuados van a pie, teniendo que caminar al menos cuatro o cinco kilómetros en esa peligrosa zona, y los que llegan en vehículos son obligados por las autoridades israelíes a dejarlos en la rotonda Al Kuwaiti, en el extremo sur de Ciudad de Gaza, capital de la Franja.
El informe cita el testimonio de uno de estos evacuados, quien dijo haber llegado al sur desde Ciudad de Gaza con decenas de sus familiares, incluida una tía que iba en silla de ruedas.
"Conseguimos un transporte que nos llevó a la rotonda Al Kuwaiti y tuvimos que andar durante dos horas. Vi mucha destrucción en mi camino, tanques y soldados posicionados en el lado este de la carretera, así como cadáveres y partes de cuerpos", relató.
El informe reiteró por otro lado la mala situación de los hospitales en la mitad norte de Gaza, donde uno de ellos, Al Quds, ha tenido que paralizar sus operaciones quirúrgicas y otras actividades esenciales por falta de combustible, mientras zonas de los alrededores eran atacadas.
Otro hospital, el de Al Auda, único que ofrece aún servicios de maternidad en el norte, advirtió que sus reservas de combustible necesarias para poder seguir funcionando se podrían agotar en 30 horas.
Naciones Unidas denunció por otro lado la muerte de decenas de palestinos en el ataque este miércoles a una escuela en la Ciudad de Gaza que alojaba a miles de desplazados internos.
El documento recuerda, citando cifras del Comité de Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), que en más de 30 días de hostilidades han muerto 37 reporteros , entre ellos 32 palestinos de Gaza, lo que ha supuesto el mes más fatídico para la profesión desde que la organización empezara a compilar estos datos en 1992.