Residentes en el núcleo de población de Casanande, en la parroquia ribeirense de Olveira, advierten del peligroso estado en el que se encuentran unos postes de hormigón del alumbrado público. Los más viejos del lugar recuerdan que en ese sitio había antes un carro de vacas de algo más de un kilómetro de longitud que era inaccesible hasta para los propios carros, por lo que las familias que vivían en esa aldea pidieron que se mejorase. Indicaron que la respuesta la recibieron fue de la comunidad de montes vecinales en mano común de Olveira, que hace 35 años financió su pavimentación con cientos de metros cúbicos de hormigón, permitiendo que pudieran acceder los coches en los dos sentidos y pudiendo pasar también los vehículos de emergencias.
Destacaron que, por aquel entonces, además se le dotó a ese camino de alumbrado público, pero advierten que con el paso del tiempo se han ido deteriorando los postes de hormigón, “sen que ninguén se houbera preocupado por eles, pese a que o temos solicitado en reiteradas ocasións, polo que actualmente se atopan nunha situación lamentable”. En este sentido, uno de los residentes afirma que esos postes “están desgastados, presentan ferros oxidados y hai algúns que ata están bastante inclinados pola forza que exerce o cableado sobre él e, en resumidas contas, están reventados”. Esa situación provoca sus temores respecto a la posibilidad de que se vengan abajo y provoquen una desgracia de la que luego todos se estén lamentando por el hecho de que no se les hizo caso a sus demandas. Indicaron que lo único que se hizo hasta ahora fue renovar los puntos de luz, cambiando los antiguos por otros tipo led, con el nuevo contrato del alumbrado público.