Un céntrico establecimiento del casco urbano de Boiro, concretamente situado en la Rúa Principal, en las proximidades de la Praza de Galicia y de la casa consistorial, fue escenario de una pelea. Fue un particular el que en torno a las siete y media de esta tarde contactó con el Centro Integrado de Atención ás Emerxencias (CIAE) 112 Galicia para comunicar que en el interior de dicho negocio dedicado al sector del ocio y el juego se estaba registrando una reyerta. 

Con la información recibida, los gestores del servicio de coordinación de las incidencias en la comunidad autónoma gallega dieron traslado del aviso a Urxencias Sanitarias de Galicia-061, que movilizó una ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB) con el equipo médico del Punto de Atención Continuada (PAC) de O Saltiño, así como una patrulla del instituto armado destinada en el cuartel boirense, así como dos agentes y dos auxiliares de la Policía Local. 

Según parece, cuando llegaron al lugar los medios avisados, la víctima ya no se encontraba en el escenario del suceso, por lo que los representantes de las fuerzas de seguridad simplemente se entrevistaron con una de las personas que presuntamente estuvo implicada en ese incidente, y acabaron marchándse dle lugar, como también ya habían hecho momento antes los servicios sanitarios en el vehículo asistencial del 061.

Versión de los dueños del local

Los responsables de la sala de apuestas en la que se registró el incidente indicaron que todo se debió a que dos clientes que se encontraban en estado de embriaguez reclamaban un premio que, por lo que se pudo comprobar a través de las imágenes de las cámaras del local no les correspondía, y que su disconformidad en relación al supuesto premio se debía a un error o malentendido por parte de esas personas "como se pudo comprobar en la revisión de las grabaciones de las últimas jugadas", precisaron desde la empresa. 

Explicaron que uno de ellos estaba bastante alterado, pues creía que le había tocado un premio en la máquina y que esta no se lo daba, por lo que llamó a la Guardia Civil y que los dueños del establecimiento hicieron lo propio avisando a la Policía Local para que intervinieran, y que les enseñaron las referidas imágenes a esos representantes de las fuerzas de seguridad. Igualmente, añadieron que en ningún momento hubo forcejeo alguno, ni contacto físico entre las personas que se encontraban dentro del local, y que desconocen quien pudo llamar al 112 para alertar de una pelea. Los responsables del negocio de apuestas indicaron que no se echó a nadie del local y que los clientes pudieron acabar las consumiciones que estaban tomando, y luego se marcharon.