Quince alumnos de 4º de la ESO y de 1º del ciclo medio de Atención a Persoas en Situación de Dependencia del IES Félix Muriel de Rianxo, acompañados de Yolanda Paz Pereira, docente de Servicios a la Comunidad en dicha acción formativa y coordinadora del proyecto Monte Vivo, y Jesús Luís Díaz Cadaveira, miembro del grupo de trabajo Biocultura y Bioeconomía del proyecto Monte Vivo, participaron en una jornada dedicada a la mejora de la fertilidad del suelo en Rianxo que organizó el Laboratorio Ecosocial do Barbanza, en colaboración con la Universidade de Santiago de Compostela a través del grupo de investigación Uxafores del Campus Terra. 

La actividad comenzó en el Centro Cultural Vicente Vidal, en Leiro, con una exposición impartida por Esperanza Álvarez, catedrática del departamento de Edafoloxía y Química Agrícola del Campus de Lugo, y los escolares pudieron conocer en profundidad el proyecto de parcelas experimentales y reflexionaron sobre la importancia del suelo como recurso no renovable, fundamental para el equilibrio ambiental, la producción de alimentos y fibras, la retención de contaminantes, la lucha contra el cambio climático y otros muchos servicios ecosistémicos.

Los participantes tuvieron la oportunidad de comprender la relevancia de su conservación y gestión sostenible, así como el papel que desempeña el monte proporcionando bienes y servicios. Según destacó Esperanza Álvarez, “la rehabilitación de los suelos degradados es clave para la recuperación de los ecosistemas forestales, por lo que este tipo de proyectos permiten avanzar hacia una gestión favorable de los recursos basada en el conocimiento científico”. Tras la sesión teórica, la jornada continuó con una plantación de 128 castaños en el Monte Pena, en Leiro, en la que se aplicaron mezclas de enmiendas formuladas por el equipo científico de Uxafores para evaluar su impacto en las propiedades del suelo y en la biodiversidad. Se efectuó en una zona situada en la ladera que desciende hacia Meiquiz y Or, donde meses atrás la Plataforma por la Defensa del Monte plantó 3.000 castaños para contribuir a la rehabilitación forestal y consolidación de un modelo de monte más sostenible y resiliente.

Mezclas de enmiendas

En la plantación de castaños realizada por estudiantes del instituto rianxeiro se aplicaron diversas mezclas de enmiendas formuladas por el equipo científico de Uxafores, con el propósito de evaluar su impacto en las propiedades del suelo y en la biodiversidad. "Nuestro objetivo es que este tipo de actuaciones sirvan como ejemplo de que otra gestión del monte es posible, implicando a la comunidad local y basándose en criterios ecológicos", señaló Rafael Saco, presidente de la Plataforma por la Defensa del Monte.

El experimento se estructura en la aplicación de ocho tipos de tratamientos de enmiendas basados en distintas combinaciones de residuos orgánicos abundantes en la zona en un total de 64 parcelas -en cada una se plantaron dos castaños-, una de las cuales es de control sin ningún tipo de aporte. Las mezclas fueron definidas tras un análisis previo del suelo y se aplicaron con 4 réplicas y 2 dosis por tratamiento. En las parcelas con la dosis más baja, de 12 toneladas por hectárea, cada castaño recibió 2 kilos de mezcla y 70 gramos de fertilizante inorgánico, mientras que en las parcelas con las dosis más altas de enmiendas, de 24 toneladas por hectárea, cada árbol recibió únicamente 4 kilos de enmienda sin fertilizante mineral.

Fertilizante inorgánico

Desde el Laboratorio Social do Barbanza indicaron que la adición de fertilizante inorgánico es la práctica habitual en la zona para este tipo de plantaciones, y el objetivo es sustituirlo por enmiendas orgánicas a base de residuos/subproductos que son muy abundantes en la comarca. Y añade que esto puede contribuir a una producción más sostenible, al reciclaje y valorización de residuos dentro de un contexto de economía circular y a la lucha contra el cambio climático. La composición de cada uno de los ocho tratamientos lleva diferentes porcentajes de estiércol de cabra, de concha de mejillón y de algas, sólo de cada uno de ellos, el 100 de compost elaborado con distintos residuos o subproductos o de control sin aporte de fertilizante ni de enmiendas.

Por último, anuncia que en los próximos 6 y 12 meses se realizarán una nueva recogida de muestras y un inventario de la vegetación, midiendo la evolución de la fertilidad del suelo y de la biodiversidad. Los promotores también subrayan que esta iniciativa supone un avance en la gestión forestal sostenible, involucrando a la comunidad educativa en la rehabilitación y conservación del medio natural. "Implicar al alumnado en proyectos reales de rehabilitación ambiental ayuda a que comprendan la importancia de la biodiversidad y de la gestión sostenible de los recursos naturales", explicó Yolanda Paz Pereira, docente del IES Félix Muriel.