Unos fuertes ruidos por golpes en torno a las doce y cuarto de la madrugada de ayer procedentes de un edificio en construcción que por un lado da aa la Avenida do Malecón y por otro a la Rúa de Galicia, en pleno casco urbano de Ribeira, pusieron en alerta a un vecino de esa zona, que no dudó en contactar con la Policía Local ribeirense para solicitar su presencia en el lugar. Hasta allí se movilizó su única patrulla de servicio nocturno, integrada por un agente y un auxiliar, que no vio a nadie dentro del inmueble en obras ni merodeando por su entorno, pero si descubrió indicios de un posible butrón, como fue un incipiente orificio en la pared medianera de piedra antigua con revestimiento.
Ello hizo tener la sospecha de que no era algo accidental, sino que alguien pudo tratar de acceder a través de ese método al edificio colindante, en cuya planta baja se sitúa el bar “Tres hermanos”, con entrada única por el Malecón, donde ayer eran desconocedores de lo que había sucedido cundo fueron preguntados por ello, así como de que su local era un posible objetivo de los amigos de lo ajeno. Los efectivos policiales también encontraron un pico apoyado sobre la pared, que se cree que era utilizado para abrir el butrón y con el que se estaba causando tanto ruido, y lo retiraron de allí para evitar futuras tentaciones para los ladrones.
Ante lo que se encontraron, los integrantes de la patrulla de la Policía Local de Ribeira empezaron a hacer comprobaciones por las diferentes plantas del edificio en obras, que cuenta con el esqueleto de hormigón y al que ya le colocaron las fachadas y paredes divisorias de ladrillos. Empezaron inspeccionando el inmueble por el bajo y fueron subiendo a las plantas superiores, sin hallar a nadie en la primera. Sin embargo, cuando alcanzaron el segundo piso observaron que estaba abierta una ventana. Al salir a mirar por ella, el alertante les indicó que acababa de ver salir por ella a un hombre vestido con cazadora negra y otras características, pero al que no pudo identificar, y que se descolgó por el andamio de la obra, dándose luego a la fuga. Pese a que inspeccionó la zona, la Policía Local no encontró a nadie que respondiera a los datos facilitados por el testigo. De todas maneras, de lo ocurrido se dio traslado a la comisaría de la capital barbanzana para que actúe en consecuencia.