La calzada en dirección hacia Ribeira de la Autovía do Barbanza, a la altura del kilómetro 17, en las proximidades del enlace de Té, en Rianxo, fue escenario poco después de la pasada madrugada de un accidente de tráfico, consistente en una salida de vía por el margen derecho e impacto contra el guardarraíl, y en el que el conductor del único vehículo implicado, que era un Chevrolet Aveo, resultó ileso. 

Fue un particular el que a las 00.04 horas contactó con el Centro Integrado de Atención ás Emerxencias (CIAE) 112 Galicia para informar que estaba circulando por la AG-11 y que acababa de ver un vehículo siniestrado que se encontraba fuera de la misma, sin obstaculizar la circulación, pero que no veía a nadie en el lugar. Otros conductores que se detuvieron en el sitio para interesarse por lo ocurrido indicaron que el automovilista se encontraba bien y que se subió a otro vehículo que pasó por el lugar y se marchó.

Con la información recibida, los gestores del servicio de coordinación de incidencias en la comunidad autónoma dieron traslado de lo ocurrido a la dotación de guardia del parque comarcal de Bomberos de Boiro, a la Guardia Civil de Tráfico y a la empresa de mantenimiento de la Autovía do Barbanza. 

Los profesionales pertenecientes al Consorcio Provincial Contraincendios e Salvamento con base en el polígono industrial de Espiñeira acudieron al lugar y comprobaron que el Chevrolet Aveo había quedado sobre la tajea y un talud de tierra tras salirse de la vía por la derecha, impactar contra la la valla quitamiedos y desplazarse, al menos, unos 30 metros dando vueltas sobre si mismo hasta detenerse contra un talud de tierra en el sentido contrario al de la marcha. 

Al no haber heridos ya no se desplazó la Guardia Civil de Tráfico, pero sí lo hicieron sus compañeros de una patrulla de seguridad ciudadana de la zona. El operativo consistió en la señalización y conservación de las medidas de seguridad. En el lugar se personó un familiar del conductor del coche accidentado y una grúa se encargó de sacar el coche siniestrado del lugar en el que había quedado.