El auditorio viejo de Ribeira, que alberga provisionalmente las dependencias de la casa consistorial, fue desalojado pasadas las dos de la tarde de ayer debido a que se detectó una falta de oxígeno, al parecer, tras extenderse dióxido de carbono (CO2) procedente del sistema de extinción al saltar la alarma de incendio en la zona del sótano del inmueble donde está instalado un transformador eléctrico instalado que da servicio a esa parte de Bandourrío.

Tras activarse dicha alarma, una treintena de trabajadores municipales y representantes del Gobierno local que se encontraban en esas dependencias, así como vecinos que acudieron a hacer gestiones al mismo, abandonaron el edificio. Instantes después se colocó un cartel en la puerta de acceso al inmueble para informar de forma escueta de lo ocurrido, indicando que por  razones de seguridad se cerraron las instalaciones del viejo auditorio, que se espera puedan reabrir a primera hora de esta mañana.

Se avisó al 112, desde donde se movilizó a los efectivos del Grupo de Atención ás Emerxencias Municipal (GAEM) y a la Policía Local, ambos de la capital barbanzana, y a la dotación de guardia del parque de Bomberos de Boiro, puesto que las instalaciones de Ribeira volvieron a estar cerradas por falta de personal suficiente para prestar el servicio, y el único profesional disponible se desplazó a la sede situada en el polígono industrial boirense de Espiñeira. 

Bomberos y GAEM adoptaron en la zona las correspondientes medidas de seguridad, misma razón por la que los agentes municipales acordonaron ese entorno, cortando el paso de vehículos y peatones en todos los posibles accesos a dicho edificio, utilizando sus coches patrulla y cintas policiales. Operarios de la empresa mantenimiento de la instalación eléctrica comprobar, que acudieron a comprobar la situación y tratar de aclarar lo sucedido, pero no lograron determinar la causa por la que se activó el sistema de extinción del transformador eléctrico y se empezó a descargar el contenido de un extintor de CO2.

Informaron que no hallaron signos de incendio ni ninguna otra anomalía en el referido elemento que sirve para aumentar o disminuir la tensión en un circuito eléctrico. Los Bomberos boirenses, que comprobaron que se habían vaciado tres botellas de extinción y que procedieron a realizar la ventilación mecánica del edificio, para que se puedan restablecer las condiciones normales en los niveles de oxígeno, efectuaron mediciones con el explosímetro, pero ninguna de ellas, ni las realizadas al llegar, ni durante ni al final de la intervención, arrojó concentración alguna de gas.