La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Ribeira, especializado en violencia sobre la mujer, acordó el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para el joven Jhul Príncipe, por un delito de homicidio con agravantes, sin perjuicio de la variación que puede darse en la calificación después de practicarse las diligencias de investigación pertinentes.
Fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) indicaron en cuando a las medidas civiles, la ratificación de las adoptadas en auto del pasado 20 de marzo; con atribución cautelar a la abuela materna de la patria potestad y guarda y custodia, suspendiendo visitas, estancia y comunicación del investigado con su hijo de dos años.
Según el artículo 22.4 del Código Penal son agravantes de la condena que se le pueda imponer tras la celebración del juicio "cometer el delito por motivos racistas, antisemitas, antigitanos u otra clase de discriminación referente a la ideología, religión o creencias de la víctima, la etnia, raza o nación a la que pertenezca, su sexo, edad, orientación o identidad sexual o de género, razones de género, de aporofobia o de exclusión social, la enfermedad que padezca o su discapacidad, con independencia de que tales condiciones o circunstancias concurran efectivamente en la persona sobre la que recaiga la conducta".
Y en su artículo 23 se considera para atenuar o agravar la responsabilidad, según la naturaleza, los motivos y los efectos del delito, "ser o haber sido el agraviado cónyuge o persona que esté o haya estado ligada de forma estable por análoga relación de afectividad, o ser ascendiente, descendiente o hermano por naturaleza o adopción del ofensor o de su cónyuge o conviviente".
Los hechos que se le atribuyen se registraron en torno a las cinco de la tarde del martes de la semana pasada, día 19 de marzo, cuando este varón de 25 años supuestamente mató a su expareja, Andrea Melithza Yturry Alave, de 24 años, con un cuchillo de cocina, después de haberla llamado por teléfono para que le fuera a abrir la casa en la que habían convivido hasta hacía aproximadamente mes y medio en que ella decidió dejarlo pues, tal y como declaró alguna compañera de trabajo, ya no soportaba más las amenazas y agresiones que le infligía.
Tras recibirse el aviso de particulares, inicialmente por un altercado en una vivienda de Palmeira, pero también del propio agresor a un familiar de que acababa de matar a Andrea Yturry y en el que anunciaba que iba a suicidarse, las fuerzas de seguridad y los servicios de emergencias y sanitarios se encontraron a su expareja desangrada y muerta en el interior tras forzar la puerta de la vivienda situada en un bajo de la Rúa Doutor Torres, en el casco urbano de Palmeira, en lo que se ha convertido en el primer crimen machista de Galicia en lo que va del presente año.
Al lado de ella se encontraba su expareja, después de intentar suicidarse y cuyo estado inicialmente revestía gravedad debido a los cortes que presentaba, principalmente uno de ellos en el cuello, y en un primer momento fue trasladado al servicio de Urxencias del Hospital do Barbanza, desde donde horas después fue evacuado en una UVI Móvil al Complejo hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), donde permaneció ingresado hasta subirlo a planta, y en todo momento bajo custodia policial.
El presunto autor del crimen y la víctima tenían un hijo de dos años en común que no se encontraba en la vivienda en el momento del crimen machista, pues él lo había dejado previamente en casa de unos familiares. Según informaron en su momento desde la Delegación del Gobierno y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia no constaba que la víctima mortal se encontrase en el sistema Viogén del Gobierno estatal, de seguimiento integral en los casos de violencia de género, pero si trascendió que el presunto agresor fuera denunciado en 2019 por una anterior pareja.