Manuel Domingo Rodríguez y su hijo Anxo, dueños del camping Ría de Arousa 2, en la parroquia ribeirense de Oleiros, sospechan que el incendio que hace dos semanas afectó parcialmente a sus instalaciones de alojamiento fue distinto al que se inició el día anterior en Cures. Ambos precisaron que tras sus experiencias anteriores, como fueron las dos ocasiones en que el fuego, que veían como evolucionaba, les obligó a desalojar el recinto, “é moi improbable que este lume fose o mesmo que o de Boiro. Penso que foron diferentes focos, e o que nos afectou iniciouse moi preto. Se un enxeñeiro forestal ven e me demostra que unha charamusca pode voar sete kilómetros, eu calo a boca”, manifestó el hijo.
Así se lo dieron a conocer a Ana Pontón, portavoz nacional del BNG en su visita a zonas afectadas por el gran incendio de O Barbanza y que, además del camping Ría de Arosa 2 la llevó a la zona cero en Cuvelo (Cures). “O lume estaba chegando ás oito da tarde ao chiringuito da Curota e tres cuartos de hora despois, de repente e sen previo aviso xa o tiñamos detrás dos bungalows. Non houbo tempo máis que para desaloxar e marchar co posto. Cando eu saín do camping as lapas estaban xa xunto á estrada”, comentó Anxo Rodríguez.
Pontón manifestó que “esta vaga de lumes na que estamos vivindo con algún dos incendios máis importantes da historia de Galicia ten que significar un punto de inflexión e a Xunta ten a obriga de actuar”. Refirió la urgente necesidad de un cambio de modelo en la lucha contra el fuego en el monte, además de insistir en que lo ocurrido supone “o fracaso da política forestal do PP”. La líder de la formación frentista dijo que “o que non podemos é ver cada verán como arden os nosos montes, botarnos as mans á cabeza e logo facer como que non pasa nada”. En este sentido, incidió en la idea de que los incendios “se apagan no inverno con prevención”. La portavoz nacionalista cree preciso apostar más fuerte por la prevención, con más recursos, lo que a su juicio debe implicar la colaboración con las comunidades de montes y los propietarios privados, pero que la Xunta también tiene que gestionar bien los montes de su propiedad.
Rodríguez, que destacó que ellos tienen en el camping árboles frondosas que evitan el avance del fuego, coincidió con Pontón en que un monte bien gestionado, ordenado y limpio no arde igual que cuando se abandona “convertido nun polvorín”. Por ello, el BNG defendió la puesta en marcha de un Plan de Ordenación do Monte e Prevención de Incendios Forestais que permita ordenar el monte, “xestionalo e apostar por un monte multifuncional, porque esa é a mellor garantía na loita contra os lumes”. Tras expresar el apoyo del BNG a toda la gente afectada por los incendios en O Barbanza -en los que afortunadamente no hubo víctimas personales-, y sobre todo a quienes fueron desalojados y perdieron sus casas, Pontón hizo un reconocimiento explícito a las personas que trabajan en la lucha contra el fuego, subrayando que la mejor forma de hacerlo “é apostar por un Servizo de Loita e Prevención de Incendios 100% público, dependente da Xunta e que traballe todo o ano”.
La portavoz del BNG también analizó los efectos devastadores de los incendios sobre el terreno con vecinos de Cures y, luego, en una reunión en A Pobra con las comunidades de montes. Pontón urgió la llegada de ayudas para paliar los daños ambientales, sociales y económicos, y reclamó que en el caso de las viviendas cubran el 100% de los gastos de reconstrucción. Anxo Rodríguez incidió en que las comunidades de montes deben preocuparse de tener un monte ordenado y que genere beneficios, y que esa es la forma de mantenerlo limpio.