Los directores ejecutivo y comercial de la empresa pobrense A Conserveira Tradición, Pascual Tarrón y Diego González, se llevaron en la mañana de ayer la desagradable sorpresa cuando fueron a tomar posesión de una nave ubicada en el polígono industrial de A Tomada -en su día albergó Conservas Luis Escurís Batalla- que se les adjudicó a su grupo de empresas en una subasta por la mitad de los 1,2 millones en que fue valorada y que permitió cubrir la deuda que tenía, y se encontraron con que estaba completamente vacía. En este sentido, el director comercial dijo que “no tenemos nada”, pues donde estaban los cocederos, autoclaves, cintas, mesas, ordenadores de las oficinas y transformadores eléctricos está todo vacío, “pues los anteriores okupantes se lo llevaron todo”, precisó González.
Junto a ellos, en el lugar se personaron la comitiva judicial, junto a la abogada y procuradora de la nueva propietaria de la nave y dos patrullas de la Guardia Civil. Tanto Tarrón como González indicaron que recibieron informaciones conforme en los últimos días, en incluso en la mañana de ayer, hubo mucho movimiento de camiones por el entorno de esa fábrica, por lo que temieron que pudiera faltar algo, “pero nunca pensamos encontrarnos con la sorpresa de llegar aquí y que estuviera todo vacío. Que nos pase esto nos retrasa la actividad. Ahora hace falta una gran inversión porque no tenemos nada, ni tan siquiera la instalación de corriente eléctrica, pues hasta la se llevaron todo lo que había en la caseta de los transformadores, y que tampoco dejaron las básculas para el pesaje de cada lata”.
Sobre lo ocurrido, el director ejecutivo de A Conserveira Tradición, empresa fabricante de conservas de pescados y mariscos de alta calidad desde 1994, manifestó que, en primer lugar, “esto es responsabilidad de quien realiza el daño” y, en segundo lugar, precisó que la empresa tiene recursos suficientes para afrontar esta situación y que, de hecho, tienen ya presupuestada en seis millones de euros la actualización de todas esas instalaciones. “Estamos peritando los daños y comprobando que los “okupantes” que había han destruido las instalaciones.
Pese a este contratiempo, Pascual Tarrón declaró que “no nos vamos a retrasar porque ya estaba prevista la renovación de la fábrica” y anunció que “por lo menos, el 2 de noviembre empezaremos con las obras y el acondicionamiento, que tendríamos que acometer de todas maneras”. Respecto al uso del equipamiento que había y que alguien se llevó, manifestó que “nosotros tenemos unos baremos de calidad bastante altos, con lo cual hay que adaptarse a todas las situaciones. De producir no hemos parado nunca y valoramos empezar a hacerlo en la nueva nave, pese a que ahora está vacía”, precisó.