El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Ribeira dictó pasadas las dos de la tarde de ayer un acto de ingreso en prisión preventiva, comunicada y sin fianza para el pobrense J.S.B. al que la Guardia Civil de Boiro detuvo como investigado por un delito de robo con fuerza en las cosas. Este hombre ya fue arrestado por el mismo cuerpo de seguridad a mediados del mes pasado, junto a otros cuatro varones, como resultado de las investigaciones realizadas tras registrarse una oleada de robos en locales hosteleros, viviendas y vehículos, llegando atribuírseles un total de 25 sustracciones, aunque en aquella ocasión, la autoridad judicial los dejó a todos en libertad al no solicitarse por ninguna de las partes la medida de privación de libertad.
En esta ocasión, según pudo saber este periódico, al parecer, a J.S.B. se le atribuye un robo registrado en torno a las cinco de la madrugada del pasado 1 de diciembre en el bar Amanitas, situado en el entorno de la alameda de la villa pobrense, y de donde se llevó monedas de cobre -de 1, 2 y 5 céntimos de euro-, una botella de whisky y unas gafas graduadas. Según parece, y a la espera de que transcienda información oficial al respecto, ese individuo fue grabado por las cámaras de vigilancia del local y se le pudo ver entrando y saliendo hasta en tres ocasiones, y pese a que llevaba tapada la cabeza, pudo ser identificado por características físicas y sus movimientos, según indicaron fuentes próximas al caso.
Otro de los robos por los que se le investiga al pobrense J.S.B. se registraron en un negocio de vending situado en la Rúa Extremo, en donde las cámaras lo graban con bastante frecuencia, pudiéndose identificarlo, tanto cuando entra como cuando sale del mismo. De hecho, en torno a las diez de la noche del pasado viernes y un poco más de 24 horas después fue grabado mientras forzaba el billetero de máquinas expendedoras, aunque no logró llevarse botín alguno, pero lo descoloca y causa daños materiales, que es necesario reparar cada vez que actúa de ese modo. La dueña de ese establecimiento recordó que semanas atrás también forzó la cerradura con una pata de cabra, pero también se fue con las manos vacías, y que por eso es por lo que se le imputa un delito de robo en grado de tentativa. La fiscal solicitó el ingreso en prisión por el riesgo de reincidencia delictiva y el juez accedió a hacer efectiva la medida de privarle de libertad.