El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Ribeira decretó ayer el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para un ribeirense de 40 años, R.P.O., al que la Policía Local de Ribeira detuvo pasadas las siete y media de la tarde del lunes en Aguiño bajo al ser investigado por quebrantamiento de condena, en lo que es reincidente. El juez tomó esa decisión después de tomarle declaración a los padres del investigado,  así como tras proceder a tomarle testimonio a este último, que se acogió a su derecho a no declarar. Por su parte, la Fiscalía solicitó la medida de privación de libertad por entender que hay un riesgo de reincidencia en la actividad delictiva, y que fue atendida por el togado, frente a la petición del abogado del turno de oficio que defendió los intereses de R.P.O., que sostuvo que no había ningún riesgo objetivo.

El ahora preso es la misma persona que a última hora de la mañana del lunes pasó a disposición del Juzgado Número 3 de la capital barbanzana tras su detención horas antes por parte de la Policía Nacional bajo la acusación de la presunta comisión de un delito de violencia en el ámbito doméstico, por la que la jueza decretó su puesta en libertad con una orden de alejamiento de su madre y de todo lo relacionado con ella. Se da la circunstancia de que un par de horas después de salir libre de la sede judicial ribeirense, la Policía Nacional fue alertada de la presencia de ese individuo en el domicilio de sus padres en la parroquia aguiñense. Desde la comisaría se solicitó la colaboración de la Policía Local para asistir a esa mujer que había pulsado el botón del pánico. Hasta el lugar del aviso se dirigieron los efectivos de ambos cuerpos de seguridad, y cuando llegaron las dos patrullas a la zona observaron que en la vivienda había dos ventanas y una puerta rotas y los dueños manifestaron que el causante de esos destrozos había sido su hijo, R.P.O., pero ya no se hallaba en el lugar y, pese a que se le estuvo buscando en varios lugares, incluyendo su domicilio, entonces no pudo ser localizado.

En torno a las siete y media de la tarde del lunes, se volvió a recibir una alerta en la que se indicó que R.P.O. había regresado al domicilio de su madre, de la que tiene una orden de alejamiento, así como de todo lo relacionado con ella.  Los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la comisaría de la capital barbanzana  volvieron a solicitar la colaboración de los agentes municipales, que se dirigieron de inmediato a la referida vivienda de Aguiño y fue allí donde la patrulla de la Policía Local lo consiguió localizar y procedió a su arresto bajo la acusación de quebrantamiento de condena, concretamente, de la citada orden de alejamiento. Seguidamente, lo llevó al centro de salud para que le hicieran un reconocimiento médico y, a continuación, lo trasladó a la comisaría de Ribeira, en cuyos calabozos permaneció hasta que  a media mañana de ayer fue puesto a disposición de la autoridad judicial, que lo mandó a la cárcel.