Un ribeirense de 85 años falleció hoy en el lugar de Salmón, en la parroquia de Oleiros, después de que le cayese encima el tractor que conducía y que volcó en una zona en pendiente de la finca situada en la parte posterior de su casa. Fue en torno a las dos menos seis minutos de la tarde cuando se recibió una alerta y se tuvo conocimiento de este trágico suceso, y hasta el lugar se movilizaron una ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB) de Urxencias Sanitarias de Galicia-061 con el equipo médico del Punto de Atención Continuada (PAC) de la capital barbanzana y su helicóptero medicalizado con base en Santiago de Compostela. Igualmente, también se desplazaron patrullas de las Policías Local y Nacional, efectivos del Grupo de Atención ás Emergencias Municipal (GAEM), voluntarios de la agrupación local de Protección Civil y la dotación de guardia del parque comarcal de Bomberos de Boiro, que acudió debido a que las instalaciones de Ribeira acumulan su tercer día consecutivo cerradas -el número 21 en lo que va de año-, debido a la falta de personal suficiente para atender el servicio, y su único profesional trabajó como refuerzo en Boiro.
Fueron varios vecinos de la zona los primeros que alertaron y que intervinieron al ver el vehículo agrícola volcado y se lo sacaron de encima a la víctima que, según indicaron algunos testigos, presentaba un fuerte golpe en la cabeza. Por ello, cuando los profesionales sanitarios, de emergencias y de las fuerzas de seguridad llegaron al lugar, el octogenario se encontraba liberado, aunque inconsciente, en parada cardiorrespiratoria y sin muestras de constantes vitales. El personal médico y de enfermería le estuvo realizando maniobras de reanimación durante aproximadamente media hora, pero todos los intentos para que recobrase la vida resultaron infructuosos, y se certificó su fallecimiento.
Al tratarse de una muerte judicial, en el lugar permanecieron agentes de la comisaría ribeirense custodiando el cadáver hasta que se procedió a su levantamiento por parte de la comitiva judicial, de la que forman parte el forense, que firmó el acta de defunción, y la empresa funeraria lo trasladó al Tanatorio do Barbanza, en Xarás, en donde los restos mortales están siendo velados desde las ocho de esta tarde y de donde mañana partirán a las siete menos cuarto hacia la iglesia de San Martiño de Oleiros para la celebración del funeral y su posterior entierro en el cementerio parroquial.