Las deficiencias constructivas del edificio del mercado municipal de Ribeira han ocupado horas de debate en los plenos municipales desde prácticamente su inauguración a comienzos de mayo de 2016. A ello se añadieron a comienzos del 2019 los problemas de las constantes filtraciones de agua en la terraza con suelo de madera y en el bar situado en la planta inmediatamente inferior. Entonces, fue el grupo municipal del BNG, con Xosé Vázquez Cobas de portavoz, el que preguntó al Gobierno local si tenía conocimiento de esas deficiencias y problemas que ocasionan y si iba a tomar medidas para subsanarlas y evitar los inconvenientes a los negocios allí instalados. 

Independientemente de la respuesta ofrecida, la propietaria del establecimiento hostelero de A Terraza do Mercado y titular de Carballosa Cafetería SL, Mónica Santamaría, señala que en los 5 años transcurridos no se hizo nada para solucionar esas deficiencias, pese a que un par de veces al año estuvo comunicando lo que pasaba. Entre las últimas comunicaciones remitidas al Ayuntamiento figura una de junio del año pasado  en la que advirtió que en el pasillo, junto a los aseos, caía agua del techo por las pérdidas de una tubería, por lo que pedía su arreglo para evitar resbalones. Cuatro meses después, comunicó que las últimas lluvias produjeron filtraciones de agua a través del falso techo de la cocina y que la recogía con cubos, y advirtió que esa situación incumplía las normas sanitarias, con la consiguiente sanción y cierre del local, por lo que solicitó que, a la mayor brevedad, le dieran una solución. 

Estas comunicaciones las repitió la semana pasada, pues la situación se agravó enormemente. Sin embargo, la respuesta no parecía llegar y ayer se personaron el primer teniente  de alcalde y concejal de Mercados Municipais, Vicente Mariño, junto a personal de la empresa Serdeco Contratas SL. Parece ser que, lejos de hacerlo en respuesta al escrito de la referida hostelera, lo hicieron a instancia de una comunicación que le hizo una placera al edil de que le estaba cayendo agua en su puesto situado en la planta baja. 

Mariño de Bricio indicó que, después de tres horas inspeccionado la terraza se encontraron las posibles causas de las filtraciones estarían en un termo de agua picado que tiene una fuga, una chimenea deteriorada y unos desagües, “cuyo estado es muy deficiente por la falta de mantenimiento de las instalaciones”. Y agregó que advirtieron otras deficiencias, como el agua que entra en un transformador, pintadas en las fachadas y falta de letras, que se van a arreglar, pero que ahora lo prioritario son las goteras.