La segunda sesión del juicio que se sigue en la sección compostelana de la Audiencia Provincial contra el exjefe de la Policía Local de Boiro, Manuel Feás, por un presunto delito de prevaricación, por irregularidades en la tramitación de multas de tráfico, tuvo el interés de la declaración de un funcionario del Ayuntamiento boirense que tramitaba los expedientes sancionadores. Este último manifestó que mantuvo varias reuniones técnicas con Feás para unificar criterios sobre como se debían cubrir los boletines de denuncia y hacerle indicaciones de cómo se debían hacer las cosas, las multas que se podían tramitar y cuáles resultaban inviables, precisando que no se tramitasen las multas sin foto o que la imagen resultase ilegible o no se viera la infracción, ya que de ser así no saldrían adelante en caso de que fueran recurridas.
Por ello, dijo que le pidió que diera instrucciones a sus agentes para ello, tal y como afirmaron varios de ellos el primer día, refiriéndose a la insistencia de su entonces jefe policial en ese sentido. Tras escuchar su testimonio, la abogada de la defensa, que ejerce Natalia Landín, del gabinete jurídico Bermor, del que es titular Ulises Bértolo, manifestó que la praxis del acusado respondía a las indicaciones de dicho funcionario, quien reconoció que era él quien llevaba todo lo relativo a los expedientes sancionadores, y que el instructor era otra persona que se limitaba a firmar y hacer lo que él le decía. Pese a que la Fiscalía no ejerce acusación, uno de sus miembros está presente en la sala y, al escuchar la declaración del funcionario, le preguntó si conocía el procedimiento de imposición de multas y cuál era entonces la función del procesado.
Por otro lado, tres de las personas que supuestamente resultaron beneficiarias por la no tramitación de las multas y que comparecieron ayer como testigos declararon que no conocía de nada a Feás y que no lo vieron en su vida, además de que no tenían conocimiento de que ni las hubieran denunciado. Entre otros que si reconocieron que lo conocían estaban los dueños de dos empresas, uno de los cuales manifestó que su mujer es Policía y que no se le ocurre bajo ningún concepto pedir la retirada de una multa, algo que también mantuvo el otro. La mujer de Manuel Feás manifestó que tiene un coche a su nombre, pero que ella jamás lo había conducido, sino que el usuario habitual es un familiar. Y dijo que sus hijos pagaron multas, algo que la abogada del acusado dijo que está acreditado documentalmente en el proceso.
La primera persona que había sido citada para ayer como testigo era una mujer a la que supuestamente se le había interpuesto una denuncia de tráfico y que no fue incluida en el procedimiento por parte del Juzgado de Instrucción de Ribeira, por lo que ya no entró en la sala y, consecuentemnte, no se le tomó declaración. Durane el resto de la sesión se fueron haciendo diferentes pausas par esperar a que llegase la hora en la uqe fueron citados l resto de testigos. En la tercera y última sesión del juicio que se progrmó para la jornada de hoy está prevista la declaración de otras dos personas que presuntamente resultaron beneficiarias de la no tramitación de denuncias de tráfico, una guardia civil y el acusado. A la conclusión, las parte presentarán sus informes y sus conclusiones definitivas y, seguidamente, el magistrado que preside la sala, Ángel Pantín, indicará que el juicio quedará visto para sentencia.