Dos personas localizaron poco antes de las cuatro de la tarde de ayer flotando en aguas del litoral de la parroquia ribeirense de Castiñeiras, junto la punta del muelle, el cadáver de un hombre de 44 años, A.I.A., natural de Porto do Son y con domicilio en Ribeira. Lo encontraron boca abajo en el agua y lo subieron a unas rocas, donde trataron de reanimarlo, pero todos sus intentos resultaron infructuosos. En la punta del muelle estaba aparcado el Peugeot 207 en el que ese varón había llegado al lugar y, como indicaron algunos testigos, poco después se lanzó al agua llevando sólo puesto el bañador, como cuando lo encontraron.

Poco después lo llevaron en una moto de agua hasta la rampa del puerto de Castiñeiras, en donde fue custodiado por agentes de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Ribeira, que también estuvieron tratando de localizar a los familiares de la víctima mortal. La custodia la llevaron a cabo en compañía de la dotación de guardia del Grupo de Atención ás Emergencias Municipal (GAEM). Hasta el lugar también se movilizó una patrulla de la Policía Local de la capital barbanzana, así como una ambulancia de Urxencias Sanitarias de Galicia-061 con el equipo médico del Punto de Atención Continuada de Ribeira, que sólo pudo confirmar el fallecimiento del varón.

Posteriormente, al lugar del suceso se movilizaron las unidades científica y judicial de la Policía Nacional, que inspeccionaron la zona, tomaron fotografías para tratar de esclarecer lo ocurrido. También acudió el resto de la comitiva judicial, incluyendo al médico forense, para proceder al levantamiento del cadáver de A.I.A. y, posteriormente, fueron trasladados por la empresa Pompas Fúnebres del Noroeste hasta el Hospital Provincial de Conxo, en Santiago de Compostela, para que se le practique la autopsia y se determinen las causas del fallecimiento, que por ahora se desconocen, pero no se descarta que pudiera haber sido por una indisposición. Aparentemente, el cuerpo no sangraba ni presentaba lesiones o heridas importantes, más allá de algunas raspaduras o arañazos en la parte posterior de la cabeza, pero no se descarta que esas se pudieran haber producido durante la manipulación del cuerpo para sacarlo del agua con la finalidad de reanimarlo.