La carretera de titularidad autonómica AC-550, a la altura del kilómetro 102, en la conocida como curva de la Chabola, fue escenario en torno a la una menos cuarto de la pasada madrugada de un accidente de tráfico en el que resultó herido el conductor del único vehículo implicado en el mismo. El Centro Integrado de Atención ás Emerxencias (CIAE) 112 Galicia tuvo conocimiento de ese siniestro a través del sistema de alerta del propio coche, un Volkswagen Golf, y desde la marca del automóvil indicaban que no tenían comunicación con el interior del mismo. Por ese motivo, los gestores del servicio de coordinación de las incidencias en la comunidad autónoma se informó del suceso a Urxencias Sanitarias de Galicia-061, que movilizó hasta el lugar una ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB) con base en la capital barbanzana, así como a la Guardia Civil de Tráfico del destacamento de Santiago de Compostela, que tenía a uno de sus equipos por la zona, y a la dotación de guardia del parque comarcal de Bomberos de Ribeira, desplazándose también al escenario del suceso una patrulla de la Policía Local ribeirense.
Cuando llegaron los medios sanitarios se encontraron con un Volkswagen Golf que se había salido de la vía y que impactó contra un talud de tierra. En el interior del coche accidentado estaba el conductor de 21 años que, pese a que no estaba atrapado, se encontraba mareado y precisaba de ayuda para poder salir, por lo que los técnicos de emergencias sanitarias se dispusieron a prestarle el apoyo que necesitaba para sacarlo del interior del vehículo, incluyendo su inmovilización, para seguidamente proceder a su traslado al servicio de Urxencias del Hospital do Barbanza para que le realizaran las pruebas con la que determinar el alcance de sus heridas y lesiones. Una vez que el equipo de la Guardia Civil de Tráfico llevó a cabo las correspondientes diligencias sobre el accidente de circulación, la empresa Grúas Galicia procedió a la retirada del automóvil siniestrado y los Bomberos ribeirenses se encargaron de la limpieza de la calzada, rematando su intervención a las dos menos diez de la madrugada.