Un incendio afectó en la madrugada de ayer a un cuarto piso de un edificio de la Avenida do Malecón, a la altura de la Praza Heroínas de Sálvora, donde se ubica actualmente la parada de taxis. El suceso ocurrió a las 3.30 horas cuando se empezó a ver salir humo y fuego de esa vivienda, de la que un vecino manifestó que escuchó fuertes ruidos y gritos, además de que detectó olor a gas procedente de la misma. Fue un taxista el que, además de llamar a los telefonillos de los pisos del inmueble para que lo desalojasen, contactó con el 112 para comunicar lo que pasaba y sus gestores avisaron a los Bomberos de Ribeira y Boiro, Policía Nacional y Urxencias Sanitarias de Galicia-061.
Los técnicos de emergencias sanitarias del 061, que fueron los primeros en llegar al punto, repitieron la operación de llamar a los telefonillos para que los inquilinos abandonasen los pisos. Luego atendieron en el lugar al inquilino de la vivienda del incendio, un hombre de 53 años, S.M.G., por intoxicación al inhalar humo, y lo trasladaron al Hospital do Barbanza, a donde también evacuaron a un bombero, Ó.G.T., de 49 años, con dolor cervical y herido en el tórax a consecuencia del golpe con la pata de una silla al caer cuando se desplazaba por dentro del piso en llamas y en el que había gran cantidad de basura acumulada, que evidenciaba la existencia de un posible caso de síndrome de Diógenes.
De hecho, fue esa gran cantidad de residuos lo que, junto a la altísima temperatura del incendio, que ya estaba muy desarrollado cuando llegaron los bomberos, dificultó el acceso de esos profesionales pertenecientes al Consorcio Provincial Contraincendios e Salvamento da Coruña con bases en Xarás y Espiñeira, y tuvieron que iniciar las labores de extinción desde el exterior del edificio, haciendo uso de camión autoescalera, y lo apagaron pasadas las cuatro y media de la madrugada. Pese a ello, la gran cantidad de basura amontonada demoró otras 3 horas la conclusión de las tareas de extinción, pues provocaron que el fuego se reavivase al entrar en combustión, en lo que influyeron las rachas de viento que se levantaron esa noche.
Los medios de extinción dieron por rematada su intervención al comprobar que ya no había riesgo de nuevas reproducciones, y que los residentes en el resto de los pisos que fueran desalojados podían regresar a los mismos, a excepción de la vivienda de la tercera planta debido a que estaba inundada de agua. La intervención de los Bomberos también incluyó la ventilación del edificio por medios mecánicos para la eliminación del humo que se había extendido por las zonas comunes y alguna vivienda.
Antes de regresar a sus respectivos parques, los Bomberos llamaron a la Policía Nacional para corroborar si había alguien dentro del quinto piso, pues nadie respondía al llamar a la puerta. De hecho, esos profesionales de emergencias estuvieron a punto de echarla abajo ante la posibilidad de que le pudiera haber pasado algo a su inquilina. Pero, los agentes de la comisaría pudieron localizaron, a través de su base de datos, a la persona que lo habita y comprobaron a través de una llamada de teléfono que esa mujer, con dificultades de movilidad se hallaba en su interior. Luego trascendió que estaba durmiendo con tapones en los oídos y no se enteró de lo ocurrido.
Ya por la mañana, al piso en llamas acudieron efectivos de la Policía Nacional para iniciar una investigación sobre las causas del incendio en el piso. También acudieron técnicos del departamento municipal de Urbanismo y miembros del GAEM para comprobar si la estructura del edificio se había visto dañada, verificando que no estaba afectada y que confirmaron que no había riesgos y sus inquilinos podían volver a entrar en los mismos.