A sus 21 años, la boirense Sabela Martínez Tomé ha decidido emprender la aventura empresarial, que compagina con sus estudios de Gestión Industrial de Moda en Ferrol. Fue en el transcurso del pasado verano cuando se le pasó por la cabeza dedicarse a hacer “algo original” con el que entrar en el mercado laboral por cuenta propia. Teniendo en cuenta que desde muy pequeña le gusta hacer manualidades y que su formación está enfocada hacia el mundo de la moda, le puso a dar vueltas a su imaginación y finalmente se decantó por crear, mediante la técnica del crochet o ganchillo, bolsos con nada más y nada menos que anillas de latas de refrescos y de conservas. En sus palabras se detecta que es una joven muy concienciada con el respecto al medio ambiente y su conservación, y que con el reciclaje de ese material consigue darle una segunda vida. Curiosamente, es el mismo con el que de niña se dedicaba a hacer pulseras. Con esa idea en su cabeza, inició la labor de investigación, tratando de obtener información, pero no había demasiada, más allá de un par de tutoriales en YouTube, pero que tampoco eran exactamente lo que ella buscaba, “pues no era nada moderno y tuve que darle una vuelta para encontrar algo bonito. A la gente le gusta un montón, le parece una buena idea”, afirmó Sabela Martínez. De ahí salió la idea, que ha resultado genial, de elaborar bolsos con las anillas de las latas de bebidas y también se conservas.
En agosto pasado se decidió a lanzó su marca, Guinda Concept, que ha tenido una muy buena acogida, sobre todo a partir de que se viralizó un vídeo de escasamente unos 15 segundos que subió a su cuenta de Tik Tok, en el que sale ella mostrando las diferentes fases de la elaboración de sus bolsos, y que ya supera las 970.000 visualizaciones. Los resultados no le llegaron sólo a través de sus redes sociales, pues desde que empezó a hacer esos bolsos, ya ha vendido alrededor de 60, con una producción semanal de cuatro unidades, invirtiendo unas diez horas en cada uno de ellos y, actualmente, “me encuentro a tope de trabajo, con muchos pedidos, pero en mayo voy a tener que parar un poco el ritmo de producción, ya que durante todo ese mes tengo los exámenes en la Universidad. Eso sí, en junio estaré libre y podré dedicarle gran parte de mi tiempo a hacerlos”, indicó la joven creadora.
Vida social
Su familia está encantada con la idea y le animan a seguir, e incluso le echan una mano en lo que pueden. Al dedicarle bastante tiempo a esta actividad, su vida social se ha visto sensiblemente reducida, aunque sigue saliendo con sus amigos. Aún así, reconoce que, incluso cuando queda con ellos para salir, lo normal es que lleve con ella varias anillas para ir trabajando con ellas. También señala que echa mano de los amigos y conocidos para conseguir las alrededor de 300 anillas con las que luego elabora cada uno de los bolsos. Y precisa que también “tengo de mano a la taberna de Runs, que me las va guardando siempre que puede. Al final, es ir mendigando un poco para conseguirlas”. Su intención es continuar con esta iniciativa, que le está deparando muy buenos resultados y confía en que en el futuro le siga funcionando. l