Un ribeirense de unos 33 años suma desde comienzos del año pasado una treintena de citaciones judiciales procedentes de diferentes órganos judiciales de buena parte del territorio nacional para responder de la presunta comisión de estafas que se le atribuyen y que, principalmente, se registraron durante el confinamiento y la pandemia derivados de el covid-19. El modus operandi de las mismas era prácticamente idéntico en todos los casos, pues en las denuncias se recoge que esa persona ofertaba por Internet diferentes artículos, sobre todo relacionados con el mundo de la informática, y que los compradores nunca llegaron a recibir después de haber realizado el correspondiente desembolso económico que les solicitaba para enviarles lo que les vendía.
Durante el 2023 fueron una veintena de citaciones las que le fueron notificadas y en menos de los 40 días que han transcurrido de el presente año ya suma otra media docena. Curiosamente, una de ellas es para que comparezca a declarar en la jornada de hoy por una citación que le hicieron desde un juzgado de Mallorca. Debido a que se trata de una persona que, al parecer, no cuenta con recursos económicos que le permitan desplazarse hasta esa isla, los órganos oficiales le ofrecen la posibilidad de comparecer a través de una videoconferencia desde la sede judicial ribeirense, que cuenta con ese servicio audiovisual en sus salas de vistas.
Fuentes judiciales y policiales indicaron que, pese a que muchos de los delincuentes de la capital barbanzana son reincidentes y acumulan un importante historial delictivo, ninguno de ellos alcanza el nivel o calibre de este hombre de 33 años que reside en Ribeira, en donde ha cambiado bastante de domicilio. Lo que más se aproxima al caso actual lo protagonizó una persona que hace aproximadamente una década recibió múltiples citaciones judiciales por infracciones diversas, como peleas, amenazas, desobediencias, lesiones e, incluso, robos, pero no alcanzó la cantidad del actual y mucho menos en tan corto espacio de tiempo.