El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Ribeira fijó las nueve y media de la mañana del próximo 12 de noviembre como plazo límite para que los okupas del edición número 3 de la Rúa Xosé Ramón Fernández Barreiro, en el barrio residencial de Abesadas, en el casco urbano ribeirense, recojan sus pertenencias y lo abandonen ese inmueble. Advierte de que en caso contrario se procederá entonces a la ejecución forzosa del lanzamiento o desalojo con la presencia de la comitiva judicial y de las fuerzas de seguridad, entre las que se incluirían varias unidades de la Unidad de Intervención Policial (UIP), comúnmente conocidos como los antidisturbios, y también se prevé la presencia de una representación de la propiedad del inmueble, es decir, la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria).
En torno a las once de la mañana de ayer se personaron seis efectivos de la comisaría de la Policía Nacional de Ribeira se personaron en los dos bloques de viviendas de dicho edificio okupa para notificarles esa decisión de titular de dicho juzgado, Alfonso Zarzalejos. Cuatro de esos policías pertenecen a su unidad judicial y llevaban puestas ropas de protección para hacer frente a las condiciones de insalubridad en que se encuentra el interior del mismo, mientras que los otros dos son agentes de la unidad de seguridad ciudadana. Colocaron carteles informativos con la resolución judicial en las entradas de los dos bloques de viviendas, que a las dos horas fueron arrancados por una de las okupas, lo que evidencia que no les ha sentado nada bien la misma. Los policías también accedieron al interior del edificio para entregarles individualmente las comunicaciones judiciales a los inquilinos.
Quienes recibieron como agua de mayo esa decisión judicial fueron los residentes y empresarios ubicados en esa calle, pues ven cada vez más cerca el final del túnel del sufrimiento que vienen padeciendo desde hace un lustro. Pese a que el primer teniente de alcalde y concejal de Servizos Sociais, Vicente Mariño, prefería mantener con discreción los pasos que se estaban dando para llegar a esta medida, manifestó que, una vez que se ha hecho pública la resolución judicial, la decisión del desalojo es consecuencia del trabajo realizado por parte de su departamento. Recordó que tras requerirles a los okupas que comunicasen si se encontraban en situación de vulnerabilidad y que sólo se presentó una persona que acogió de buen agrado sus planes y trabajos que le podían encomendar, así como soluciones para la salida de ese círculo, le dieron traslado de ellos a la Sareb, para que obrase en consecuencia. Añadió que las puertas de los Serrvicios Sociales Comunitarios están abiertas y le siguen tendiendo la mano, dentro de una buena convivencia, a quienes quieran que se les ayude "a buscar un nuevo rumbo a sus vidas
Mariño de Bricio manifestó que "era necesario intervenir", pues dijo que se estaban vulnerando los derechos de todos los vecinos y la seguridad de Ribeira entera y de esa calle y barrio en concreto. “Era una situación insostenible y nosotros no podíamos quedarnos de brazos cruzados. Hemos hechos todas las gestiones para que llegado el día le podamos dar una buena noticia a toda Ribeira”. De igual modo, dijo que han buscado, junto con la Policía Local, una solución, aumentando su presencia en la zona y anunció que en los próximos días se ca a incrementar aún más para identificar a los entran y sale del edificio “ejerciendo más presión desde lo que son nuestras competencias, y esperemos que el 12 de noviembre llegue todo a buen puerto”.
El primer teniente de alcalde de Ribeira manifestó que la reacción del equipo de gobierno del que forma parte expresaron su alegría de que sus gestiones hayan sido un éxito gracias a la colaboración de todos los departamentos implicados "para que la Rúa Xosé Ramón Barreiro, el barrio de Abesadas y toda Ribeira tengan un problema menos, al igual que solucionamos hace unos meses la conflñictiva situación que había en la Rúa Cordieiro y su entorno". "Me alegró de que se haya actuado diligentemente y que a partir del 12 de noviembre la Sareb disponga de ese edificio que está en un lugar privilegiado dentro de lo que es Ribeira, se arregle y se ponga en venta y pueda habitarse de una forma correcta por las personas que compren sus viviendas", agregó Mariño de Bricio.
El concejal de Servizos Sociais declaró que, a partir de la fecha referida para el desalojo forzoso, esa calle y sus vecinos podrán empezar a dormir tranquilos y nque se pueda pasar con seguridad por la acera sin el riesgo de que les caigan encima elementos que se desprendan de la fachada o que les puedan arrojar sus inquilinos. "La seguridad en esa zona estaba perturbada, los vecinos vivían con tensión y temor a lo que pudiera suceder cada día, además de que la preocupación de los residentes en edificios colindantes era mayúscula ya que veían como los okupas pasaban a través del ático a sus tejados, y los negocios también se estaban viendo perjudicados. La calle estaba perdiendo valor, tanto en lo que se refiere a las viviendas y a los negocios allí implantados, a causa de esa ocupación y de la conflictividad que llevó pareja. La Rúa Xosé Ramón Fernández Barreirovolverá a la normalidad", concluyó.
Tampoco se ha hecho esperar la primera reacción de la Sareb, que recordó que inició el procedimiento judicial para recuperar esas viviendas -tras tomar posesión de las mismas- en las que residen de manera irregular “personas que han protagonizado episodios de conflictividad y no han acreditado vulnerabilidad”. De igual modo, precisa que, una vez que se recuperen esas viviendas, la compañía “procederá a implementar un dispositivo de seguridad para evitar que se vuelvan a ocupar”, precisaron desde esta sociedad.